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INFRAESTRUCTURA

Red nacional de electrolineras no llega a 10 puntos de conexión

jueves, 11 de mayo de 2017
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Gerson Beltrán Franco

Esto supone una barrera para la demanda de electrolineras en el país, sin embargo, compañías colombianas continúan trabajando para ofrecerle opciones a los usuarios.

Pedro Cárdenas, gerente general de BYD, la infraestructura irá creciendo conforme aumente la demanda. “Todo es un paradigma, ya que en la mayoría de lugares donde se usa esta tecnología vehicular siempre hay una proporción 95/5, es decir, que 95% de la carga se realiza en la casa y el porcentaje restante en los puntos de carga de la calle”, dijo Cárdenas.

Por ahora, Bogotá tiene electrolineras en siete lugares donde se consiguen puntos de carga rápida. Algunas de uso exclusivo para el servicio público y otras para el uso general.

Para el caso e Medellín tanto Celsia como EPM están trabajando para adecuar más puntos de carga en toda la ciudad y el área metropolitana. 

Juan Manuel Alzate, líder de Innovación de Celsia, indicó que la compañía está interesada en favorecer la movilidad eléctrica en la geografía nacional y los lugares donde tiene presencia (Colombia, Panamá y Costa Rica). 

“Vamos hacer una prueba con ocho estaciones de carga en Medellín para estudiar la tecnología”, señaló Alzate.

Santiago Díaz, gerente Comercial de EPM, señaló que están interesados en el desarrollo de esta infraestructura en el Valle de Aburrá. Motivo por el cual al finalizar el año ya contarían con cinco puntos de carga pública. De las cuales dos ya están instaladas: una en Rionegro, en cercanías del aeropuerto; y otra, en la ciudad cerca del edificio inteligente. En ese punto se puede cargar 80% de la batería en 20 minutos. Las otras tres estarán en el Valle de Aburrá. 

Adicionalmente, EPM instalará 15 puntos de carga lenta en lugares como universidades, hospitales, parques, centros comerciales, entre otros. Una de la principales barreras psicológicas que se deben romper, según los expertos, es la necesidad de electrolineras dentro de las ciudades. Pues la gente no se siente segura como lo hacen con los vehículos de combustión cuando ven estaciones de servicio. Esta barrera hace que las personas pidan más electrolineras aún cuando se pueden cargar como un celular, en la casa o la oficina.  

Aún así se debe tener en cuenta que las estaciones de carga de la calle son más rápidas que los puntos del hogar y a algunas personas les sirven más unas que otras. Las modalidades son: puntos de carga rápida, como estaciones de servicio; la carga lenta instalada en hospitales, parques y lugares concurridos; y la de hogar.

“Se debe desarrollar la infraestructura necesaria para que las personas no se queden con la barrera psicológica de que no pueden andar con tranquilidad por las ciudades”, resaltó Díaz. 

Desarrollo ciudad a ciudad

El gerente de BYD aseguró que por ahora solo es posible viajar entre las ciudades y lugares vecinos. Pero que la industria ha pensado en la construcción de corredores verdes entre ciudades como Bogotá-Medellín y esto aumentará dependiendo de la demanda. “La movilidad eléctrica todavía se centra en las ciudades”, dijo.

Alzate concuerda con que en este escenario, la infraestructura la irá definiendo la demanda de electrolineras. Estas rutas las podrían ir desarrollando los vehículos eléctricos de carga.

En EPM, este punto es tema de mediano plazo, pues se debe tener en cuenta el uso de las rutas. Lo que es seguro, es que en al menos cinco años se verán ecoestaciones en las carreteras.

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