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INFRAESTRUCTURA

Al megaproyecto Túnel de La Línea se le estrechan los tiempos

jueves, 6 de junio de 2013
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Teresita Celis

Tras cerca de cuatro años de excavación para atravesar la Cordillera Central, entre Cajamarca (Tolima) y Calarcá (Quindío), el macroproyecto Túnel de La Línea, cuyo objetivo es acortar las distancias entre Bogotá y Buenaventura, está a unos 940 metros de ver la luz.

La Unión Temporal (UT) Segundo Centenario, firma constructora del túnel y de las segundas calzadas que lo conectan por Tolima y Quindío, estima que en unos cuatro meses las obras de excavación quedarán listas y estos departamentos estarán conectados por una galería de 8.650 metros. Será entonces, el túnel más alto y largo de América Latina.

Si se toman las metas previstas hoy por Invías, podría decirse que el megaproyecto entró en su fase definitiva de ejecución. “En un escenario optimista, la idea es que al principio del segundo semestre de 2014 la vía completa (dobles calzadas y túnel) opere”, estima Leonidas Narváez, director de Invías. Pero la realidad, a un poco más de un año de esa meta -que sería sobre agosto- podría señalar otra cosa. La iniciativa no ha escapado de los retrasos -inicialmente se proyectó para entregarse en septiembre de 2013- ni a las polémicas por impactos ambientales.

LR hizo un recorrido por el proyecto y según el representante legal de la UT, Carlos Collins, la excavación del túnel va en cerca de 90% (7.700 metros) y las segundas calzadas (Tolima 8,8 kilómetros y Quindío 9,3 kilómetros) van en un 65%. Operarán a modo de par vial con la vía actual, en sentidos contrarios, y están compuestas por 25 viaductos (desde los 20 a 640 metros) y 20 túneles cortos (entre 80 a 392 metros). Pero sobre unos 9 sectores de estas ejecuciones hay suspensiones de obras, ordenadas por la Autoridad de Licencias Ambientales (Anla), debido a que se empezaron a ejecutar sobre un nuevo diseño que no estaba contemplado en la licencia y para el cual no se solicitaron las debidas modificaciones.

Eso lo reconoce Collins y señala que como la nueva vía tenía un menor impacto, “un concepto en su momento del Ministerio del Medio Ambiente, indicó que si los impactos eran menores a los del diseño original licenciado, no había necesidad de hacer la modificación. Pero la Anla dijo que sí había que pedirla. Cambiamos el diseño por túneles y viaductos, en vez de una vía por la ladera, atendiendo el tema de cambio climático. Con ello se redujo el trayecto en casi 6 kilómetros”, dijo. Esa situación tiene ‘tambaleando’ una meta del contrato: que las segundas calzadas entren en servicio en diciembre de 2013. Collins dice que hoy la obra, incluyendo requerimientos ambientales de la Anla como de la CRQ, está parada en un 30% y agrega que a esta altura, las calzadas estarían para marzo o abril si en un mes se levanta la suspensión. Otro aspecto es que entre noviembre y diciembre próximo, Segundo Centenario debe entregar el túnel principal y aunque Collins señala que cumplirá con el cronograma, faltan asuntos claves que sin ellos el túnel no puede entrar en operación.

Se trata del recubrimiento, que será en concreto hidráulico, está dentro del contrato e implica un año de labores; los equipos electromecánicos y una vía de 2,5 kilómetros, llamada obras anexas, que une el portal Quindío con la segunda calzada y que implica la construcción de tres túneles cortos. Inexplicablemente en la estructuración del proyecto no se incluyó la vía que salía del túnel. Estos aspectos entre contratación -que no se ha realizado- y ejecución

tardarían un año. Además, falta la contratación del intercambiador Versalles.

Cronograma está apretado: invías
El director de Invías, Leonidas Narváez, reconoce que los tiempos para la contratación de obras que hacen falta del proyecto Túnel de La Línea, están estrechos frente a las metas. Estas tienen que ver con las obras anexas (vía de salida del túnel por el portal Quindío), los equipos electromecánicos, el intercambiador Versalles y la terminación del túnel piloto. No se han contratado y según Narváez se están haciendo trámites de solicitud de vigencia futuras. Cuestan unos $450.000 millones y su objetivo es adjudicarlas en agosto próximo, con lo que cumplirían con la meta a 2014. Frente al retraso que se proyecta en la entrega de las segundas calzadas, indicó que el constructor debe cumplir con el contrato o de lo contrario se tomarían medidas.A la

Espera de las decisiones de anla
Luego de una visita de seguimiento, en un mes, aproximadamente, la Anla podría dar una respuesta frente a las modificaciones presentadas por la Unión Segundo Centenario a la licencia ambiental, teniendo en cuenta el nuevo trazado, que contempla túneles y viaductos, de las segundas calzadas del proyecto. La Anla paró las obras nuevas porque se empezaron a ejecutar sin los permisos de modificación. Según expertos el mayor impacto estaría sobre los túneles por la infiltración de aguas. Tanto la Anla como la CRQ también tienen medidas cautelares sobre algunos sectores de la obra por contaminación con residuos de afluentes que abastecen el acueducto de Calarcá. Esto implica al constructor actual y al Invías a cargo de obras anexas y el túnel piloto.

Viaductos y túneles cuestan más
En el macroproyecto Túnel de la Línea, que impacta sobre el corredor Bogotá-Buenaventura, la Nación suscribió un contrato llave en mano con un precio fijo global por $629.000 millones. Según señaló el representante legal de la firma constructora, Carlos Collins, el cambio de diseño de las segundas calzadas, aumentando los viaductos y túneles, implicó un costo adicional, a la ejecución establecida en el contrato, cercano a $200.000 millones . “Esas estructuras son más costosas que las vías normales. Mientras hacer un kilómetro de éstas vale $6.000 millones, en túneles y viaductos el costo de ese kilómetro es ya de $60.000 millones”, dijo. El director de Invías, Leonidas Narváez, indicó que los precios de la obra ya están establecidos en el contrato llave en mano.

Las opiniones

Carlos Collins
Representante legal unión temporal segundo centenario

“Si en un mes se levanta la suspensión que hay sobre las obras a cielo abierto, en marzo o abril estarían las segundas calzadas. Hay un atraso de unos dos meses frente a lo que dice contrato”

José Leonidas Narváez
Director Invías

“Estamos hablando de un cronograma apretado, pero todavía estamos a tiempo. Los procesos contractuales de las obras que faltan se deben estar adjudicando en agosto”

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