Volatilidad de la economía mexicana, un mal que se cura desde EE.UU.

Tanto Donald Trump como  Hillary Clinton hablaron en estas elecciones, como generalmente suele suceder, sobre el tema de la inmigración ilegal, en el que México tomó vital importancia, sobre todo por la cada vez mayor trascendencia del voto latino (12% del censo electoral). Sin embargo, ambos candidatos entendieron que la relación de Estados Unidos con el país manito hace tiempo que dejó de ser la de un vecino distante que solo exporta inmigrantes ilegales y en cual, las decisiones del nuevo mandatario repercutirán en sus mercados.

Hoy México es el segundo socio comercial de Estados Unidos y el primer destino de las exportaciones de los estados de Texas, Arizona y California, además del segundo mercado para otros 20. Cerca de seis millones de trabajos dependen del comercio entre ambos países y el flujo entre ellos es de US$1 millón por ‘minuto’.

Luego de un inicio de semana con fuertes ganancias para la Bolsa Mexicana de Valores, ante un menor riesgo debido a las últimas proyecciones electorales en Estados Unidos, en la mañana de ayer los mercados operaron con cautela ante el desarrollo de las votaciones.

De acuerdo con datos compilados por Bloomberg, el comportamiento del peso mexicano en el futuro inmediato dependerá del nuevo presidente de EE.UU. 

Al día de ayer, un dólar estadounidense se cotizaba en las casas de cambio mexicanas a 18 pesos. Pero, según el diario El Economista, los resultados de hoy incidirá en que el cambio por dólar se reduzca hasta 3,3%; se mantenga o aumente a 20 pesos y supere el máximo histórico de 19,87 pesos por dólar, registrado el 21 de septiembre de este año, cuando el  republicano repuntaba en las encuestas.

La incertidumbre de los mercados mexicanos por la llegada de un nuevo presidente estadounidense no es gratuita y por eso su cura proviene de allí. Muchas de las propuestas de la elección  giraron en torno a México, como las políticas de inmigración, los TLC, el envío de remesas, el costo de las visas y las importaciones que provengan de la nación mexicana. 

“Muchos de los inversionistas esperan que sus capitales estén a salvo, pues la incertidumbre podría generar pánico y provocar una fuga de capitales como ocurrió con el Brexit o con el triunfo del No en Colombia”, señaló Mauricio  Jaramillo Jassir, profesor de relaciones internacionales de la Universidad del Rosario. Sin embargo, para Jaramillo, el verdadero reto del panorama político estadounidense recae en el Congreso, organismo que finalmente debe tramitar las propuestas del presidente elegido. “El tema aquí no es quién ganó, sino ¿qué va a hacer el Congreso con estas propuestas? Esa es la gran incógnita”. 

Solo así, según Jaramillo, se podrá ver si las propuestas pueden o no llegar a afectar, no solo a México, sino a los demás países. “El resto es demagogia”, dijo.

Un tema central de los debates
Para México, el final del proceso electoral en Estados Unidos tiene varias implicaciones. Durante toda la contienda, el candidato republicano Donald Trump, propuso un muro que separaría a ambos países y detendría la inmigración ilegal. Por su parte,  la demócrata Hillary Clinton, defendió una reforma migratoria estructural que ayudara a formalizar a los inmigrantes ilegales que hay en Estados Unidos. Además, mientras Trump criticó los Tratados de Libre Comercio con México y los acusó de haber arruinado la economía del país, Clinton prometió mantenerlos.

La opinión

Mauricio Jaramillo Jassir
Profesor de la Universidad del Rosario
“Los inversionistas esperan que con el nuevo presidente sus capitales estén a salvo. En caso de no ver eso, podría darse una fuga”.