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El anuncio estadounidense ha generado indignación en algunos, preocupación en otros, y un sentimiento de repudio generalizado.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, emitió el lunes una orden ejecutiva para imponer sanciones adicionales a algunos funcionarios de Venezuela por supuestos abusos a los derechos humanos y corrupción.
La orden prohíbe a siete venezolanos ingresar a Estados Unidos, congela sus activos en Estados Unidos y prohíbe a los estadounidenses realizar negocios con ellos. Las personas a las que se les impuso las sanciones son funcionarios actuales o anteriores del aparato de seguridad venezolano.
"La situación en Venezuela... constituye una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos, y, por medio de la presente, declaro una emergencia nacional para enfrentar esa amenaza", dijo Obama en la orden ejecutiva.
Esta jornada continúan los pronunciamientos oficiales y las protestas en varias ciudades de Venezuela, donde trabajadores y pueblo en general respaldan de manera masiva la aprobación de la Asamblea Nacional (Legislativo) de otorgar poderes habilitantes al presidente Nicolás Maduro para proteger al país de "las agresiones y amenazas imperialistas".
Pese a la resistencia de la bancada opositora, en la primera discusión quedó sancionada la Ley Habilitante Antiimperialista solicitada por el jefe de Estado, como una respuesta ante las declaraciones de su homólogo estadounidense, Barack Obama.
Durante el debate, que se extendió hasta la madrugada de este miércoles, el diputado opositor Ricardo Sánchez apoyó la propuesta al señalar que "la posición que está asumiendo el gobierno norteamericano va dirigida a señalar como amenaza de seguridad no al presidente o al chavismo, sino a Venezuela".
"No estamos convocados para discutir créditos adicionales, frases de campañas, ni siquiera posiciones ideológicas, políticas, sino para ratificar el compromiso del pueblo en defender a la patria. Es importante fijar posiciones en un momento histórico como este. O se está con la patria o se es enemigo de la patria. No es suficiente ser venezolano, sino ser digno de esa condición", señaló.
El parlamentario calificó de "insolente e innecesario" el hecho de que la Casa Blanca considere a Venezuela como "amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y política exterior estadounidenses", al considerar que se trata del preámbulo para una futura intervención militar.
Sobre el mismo asunto se pronunció esta mañana Ciro Araujo, defensor público venezolano, quien anunció que la institución a su cargo prepara abogados para asistir a instancias internacionales y defender la soberanía de Venezuela.
"Sostenemos que las sanciones de Estados Unidos son violatorias del derecho internacional. Con estas actuaciones se incurre en una forma de invasión, de sometimiento del gobierno de Estados Unidos en la justicia de Venezuela", indicó.
En un comunicado, Araujo también planteó que resulta "inaudita y contradictoria" la aseveración de Obama, pues "Estados Unidos no ha decidido dejar de establecer relaciones diplomáticas con nuestro país, así como tampoco ha solicitado la protección de sus connacionales en territorio venezolano".
Por su parte, el representante del Estado venezolano para los Derechos Humanos, Germán Saltrón, indicó este miércoles que la postura de Washington es una justificación de todos los movimientos injerencistas realizados por ese gobierno contra el resto de las naciones del mundo.
En el caso de Venezuela, Saltrón explicó a periodistas que "la amenaza no es contra nuestro país, es contra todos los países. Estados Unidos se está atribuyendo el derecho de decidir cuál gobierno actúa bien. Eso es inadmisible desde todo punto de vista y puede conducir incluso a otra guerra mundial, porque ningún país admitirá eso".
Mientras, el embajador de Caracas ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton, afirmó que las medidas adoptadas por Washington demuestran "una evidente violación de los principios y normas del derecho internacional. Es un acto de agresión violenta que va más allá de la amenaza".
Se trata de una respuesta "agresiva y con pretensiones intimidantes" a los profundos cambios democráticos y sociales que se han hecho en Venezuela en los últimos 16 años de Revolución Bolivariana.
Del mismo modo, el gobernador opositor del estado Lara (oeste), Henri Falcón, aseguró que la resolución emitida por el gobierno de Estados Unidos, donde además sanciona a siete funcionarios venezolanos, es una decisión "amenazante, irrespetuosa, injerencista e inamistosa".
En entrevista con la prensa local, el dirigente político admitió que pese a las diferencias existentes con el gobierno, "los problemas de los venezolanos los resolvemos los venezolanos".
Falcón también exhortó al gobierno estadounidense a presentar los elementos probatorios para acusar y sancionar a funcionarios venezolanos, al enfatizar que es inadmisible que el presidente de una potencia extranjera haga esos señalamientos y no se muestre ninguna evidencia.
"No puede haber una decisión injerencista de otro país y menos en el tono que se expresó, cosa que como venezolanos no podemos permitir, aún teniendo visiones y pensamientos adversos al del gobierno nacional", sentenció el gobernador opositor.
Fuera de las fronteras venezolanas, las voces de gobiernos, intelectuales, líderes políticos y organizaciones sociales progresistas se han sumado a la condena mundial contra las pretensiones injerencistas de Estados Unidos sobre la nación sudamericana.
Resaltan las declaraciones hechas este miércoles por el portavoz de la cancillería china, Hong Lei, quien aseveró que los asuntos internos de Venezuela deben ser solucionados por la propia voluntad de su pueblo.
Al mismo tiempo, el diplomático chino dijo tener confianza en la capacidad del gobierno y pueblo venezolanos para mantener la estabilidad nacional, así como el desarrollo económico y social.
Similar postura asumió la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, cuyos miembros repudiaron de manera contundente la orden ejecutiva firmada el pasado lunes por el presidente Obama, donde califica a Venezuela como una "amenaza a la seguridad nacional" de ese país.
A través de un comunicado difundido este miércoles, la organización alertó "a todos los pueblos del mundo que con las declaraciones de Obama se cierne sobre la tierra libre de Bolívar una posible y cada vez más inminente invasión abierta de los Estados Unidos en Venezuela", la cual representa una amenaza directa para la paz y la soberanía de América Latina.
Por tal motivo, cientos de intelectuales de más de 50 países que integran la Red llamaron a todas "las voces antiimperialistas del mundo" a denunciar este atropello.
Las palabras de Obama, señalaron, buscan frenar "la irrupción de la Revolución Bolivariana que significó una renovación de las luchas de liberación de nuestra América y los pueblos del sur. Hoy es una de las principales trincheras de batalla en la construcción de un mundo más justo, un mundo multipolar, un mundo equilibrado".
Los gobiernos de Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua han expresado también su firme condena a estas acciones de Washington y ratificaron su incondicional apoyo al presidente Maduro y al proceso bolivariano que lidera.
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