Un congresista local gana US$3.500 más que un gerente

Mientras que el jefe de una corporación puede devengar  US$5.900 mensuales según Mercer, un parlamentario recibe US$9.400 en ese mismo lapso sin contar las prebendas que les otorgan. La suma no solamente resulta ser 37 veces mayor al salario mínimo, valor que gana 54% de los ocupados en el país, sino que resulta ser la tercera más alta de la región.

El problema, entonces, no es solamente si el valor es alto o no, sino de qué tan capacitados están  los congresistas para la ejecución de su labor y, por consiguiente, qué tan productivos son como para ganarlo,  dijo para LR el profesor de la facultad de Economía de la Universidad del Rosario, Juan Carlos Guataqui.

“En el mercado laboral externo la situación cambia, porque allí, si se tiene más formación académica va a ganar más por ser más productivo para la empresa. De manera que los salarios de los congresistas deberían estar ponderados por ese nivel de formación”, afirmó Guataqui.

Sin embargo, este no es el caso en ninguno de los ejemplos de la región. En Brasil, el país en donde más se le paga a los parlamentarios, se les da un sueldo base de US$10.500 por ejercer su labor. Aunque ese valor no difiere en mucho de los US$10.200 que ganan los gerentes, si se le suman los US$20.500 adicionales que se les brinda para gastos de vivienda, teléfono y seguro médico, resulta triplicándolo.

Al igual que en Colombia, los requisitos para ser senador o diputado de la Cámara en Brasil no incluyen ningún título profesional o experiencia para ocupar el cargo ni percibir el salario estipulado en la ley.

Por el contrario, los criterios para seleccionar a un gerente, varían entre cada compañía, pero casi siempre incluyen posgrados en el área que administrará, algunos años de experiencia en el manejo de personal y condición de liderazgo, esta última, siendo quizás la única exigencia tácita que comparten con los congresistas, que la necesitan para conseguir votantes.

En Chile, el segundo en el listado de salarios, esta diferencia se cierra a US$800, pues allí los congresistas reciben US$10.200 al mes y un gerente US$9.400.

Cabe recordar que esos sueldos son un gasto público que proviene, principalmente de los impuestos o, en su defecto, de la deuda pública que termina en últimas recayendo en los pagos de los ciudadanos.

Los altos sueldos de los funcionarios, por ende, también generan un alto gasto público que se debe subsanar de alguna manera, así haya austeridad, para poder equilibrar la balanza.

Aún así, para el profesor de economía del Politécnico Grancolombiano, Martín Cáceres, el problema no es de los salarios sino del tamaño exagerado de algunas cámaras.

“Más que bajarles los sueldos, creo que lo oportuno sería reducir el tamaño de las cámaras a uno óptimo. El de Colombia es de los congresos más grandes comparándolo con la población y la economía. Si se reduce el tamaño, habría un ahorro en el gasto público”, afirmó Cáceres para este medio.

La relación inversa

La relación entre los salarios de ambos cargos no es igual para todas las naciones latinoamericanas. En Argentina el sueldo de los gerentes es, por el contrario, 1,5 veces superior al de los parlamentarios, pues el sueldo mensual de US$5.600 de un congresista es US$2.300 menor al que recibe un gerente.

En Perú sucede lo mismo, aunque con una brecha un poco mayor de US$2.850. Allí mientras que un empresario debe trabajar un mes para ganar US$7.600, un congresista debe hacerlo por un mes y medio.

En el resto de naciones de la región, a falta de ver sus resultados, los congresistas ganan más.

Medición de la productividad es fundamental

Los altos sueldos de los salarios de los funcionarios generan una balanza recargada hacia el gasto público. Por ello, el profesor de economía del Politécnico Grancolombiano, Martín Cáceres, argumentó que para poder disminuir este rubro, al menos en las cámaras legislativas, es imprescindible hacer mediciones de la efectividad del trabajo de los congresistas y de su productividad, pues esto podría demostrar que los congresos más pequeños podrían ser igual de eficientes, o incluso más eficaces, en comparación con los que están hoy.

Las opiniones

Martín Cáceres
Profesor del Politécnico Grancolombiano
“Más que reducir el salario de los congresistas, lo oportuno sería reducir el tamaño de las cámaras a uno óptimo, para así reducir el gasto público”.

Juan Carlos Guataqui
Profesor de la Universidad del Rosario
“En el mercado laboral externo, si se tiene más formación se va a ganar más. Así debería ser con los congresistas”.