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Los precios al consumidor de Estados Unidos registraron en agosto la mayor subida en tres años ante una escalada del costo de la gasolina, pero las presiones inflacionarias subyacentes no mostraron indicios de repuntar, lo que podría permitir a la Fed mantener su política ultra expansiva.
El índice de precios al consumidor (IPC) subió un 0,6 por ciento el mes pasado tras permanecer estable en julio, dijo el viernes el Departamento de Trabajo.
La subida de agosto superó las previsiones de los analistas, de un alza de 0,5 por ciento.
Los precios de la gasolina, que registraron su tercer mayor incremento desde junio del 2009, representaron cerca del 80 por ciento de la aceleración de la inflación al consumidor el mes pasado.
Sin embargo, la inflación subyacente se mantuvo mayormente contenida. El IPC estructural, que excluye los precios de los alimentos y de la energía, avanzó un 0,1 por ciento por segundo mes consecutivo.
En los 12 meses a agosto los precios generales al consumidor ascendieron un 1,7 por ciento y permanecieron por debajo de la meta del 2 por ciento de la Fed, aunque subieron respecto del aumento de 1,4 por ciento visto en julio.
El banco central estadounidense lanzó el jueves una tercera ronda de compras de bonos y extendió su compromiso de mantener las tasas de interés cercanas a cero al menos hasta mediados del 2015, en un esfuerzo por disminuir los persistentes niveles de desempleo.
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo que creía que la inflación permanecería cerca del objetivo de la Fed, y destacó que las expectativas sobre el aumento de los precios a largo plazo eran bastante estables.
El mes pasado, la inflación general se vio impulsada por un alza del 9,0 por ciento en los precios de la gasolina tras un avance del 0,3 por ciento julio. Los costos en las gasolineras escalaron 28 centavos de dólar en agosto y podrían afectar los presupuestos de las familias.
Los precios de los alimentos ascendieron un 0,2 por ciento el mes pasado luego de subir un 0,1 por ciento el mes previo. Se espera que los valores escalen significativamente más adelante este año mientras el efecto de una severa sequía en el país, que ha causado un alza en los precios del maíz y la soja, llega a percibirse en los supermercados y almacenes.
Sin contar a la gasolina y los alimentos, el costo de la ropa declinó un 0,5 por ciento, poniendo fin a cinco meses de aumentos. Los precios de vehículos nuevos crecieron un 0,2 por ciento luego de bajar 0,1 por ciento en julio.
Los precios de autos y camiones usados se redujeron en un 0,9 por ciento luego de caer 0,5 por ciento en el mes anterior. Los costos de la vivienda se incrementaton ya que el equilavente de la renta para propietarios se elevó un 0,3 por ciento, el mayor avance desde noviembre del 2008.
En los 12 meses a agosto, la inflación subyacente se incrementó en un 1,9 por ciento, el menor nivel desde julio del año pasado, luego de escalar 2,1 por ciento en julio.
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