MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Agregue a sus temas de interés
La tasa anualizada es superior al 1,36% del 2017, que fue la menor en ocho años, aunque es inferior al 3,23% del 2016.
Perú cerró 2018 con una inflación anualizada de 2,19%, dentro del rango meta oficial de entre un 1 y un 3%, debido al alza de los precios de los alimentos, dijo el martes el Gobierno.
La tasa anualizada es superior al 1,36% del 2017, que fue la menor en ocho años, aunque es inferior al 3,23% del 2016.
El Banco Central en un reporte trimestral había estimado a mediados de diciembre que la inflación del país andino cerraría este año en un 2,1% y 2019 en una cifra similar.
Los precios del sector alimentos y bebidas, el de mayor peso en el cálculo de la inflación, se elevaron en un 1,95% en 2018.
Los precios de algunos alimentos como los tubérculos “reportaron mayor dinamismo durante el segundo semestre como consecuencia de una menor oferta, por los efectos climáticos en las áreas de producción que abastecen Lima”, detalló en su informe el Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei).
En otros rubros como el de Esparcimiento, Diversión, Servicios Culturales y de Enseñanza los precios aumentaron 3,63%, mientras que en el de Transportes y Comunicaciones se elevaron 2,43%. En tanto que las tarifas del sector Alquiler de Vivienda, Combustible y Electricidad subieron 1,76% en el año.
En diciembre, la inflación fue de 0,18% mensual, ligeramente superior a 0,16% del mismo mes del año pasado, debido a un alza estacional en las tarifas de transporte por las fiestas de fin de año.
La aceleración de la inflación ocurre en un año en que la economía local fue impulsada por una recuperación de la inversión pública y privada.
Michelle Bachelet advirtió que hay una tendencia a la extrema derecha, ya que "da un mensaje muy simple ante problemas muy complejos"
Las medidas se producen después de que un alto funcionario iraní dijo que la nación no tiene planes de contraatacar a Israel de inmediato
La media de las economías emergentes y avanzadas suele incrementar sus déficits fiscales en 0.3 puntos del PIB cuando están en año electoral
