Los empleados parecían permanecer en sus puestos ayer pese a la petición de las autoridades de Pyongyang para que los diplomáticos consideren marcharse dadas las tensiones surgidas a raíz de semanas de intercambios belicosos.
Las autoridades norcoreanas dijeron a las misiones diplomáticas que no podían garantizar su seguridad a partir del próximo miércoles, tras declarar que el conflicto era inevitable ante los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur, que está previsto duren hasta final de mes.
Sea cual sea el ambiente en Pyongyang, la lluviosa capital surcoreana, Seúl, permanecía en calma. El tráfico transcurría con normalidad en el centro de la ciudad, lleno de personas que aprovechaban el sábado para comprar.
La agencia de noticias surcoreana Yonhap citó a una fuente gubernamental al decir que los diplomáticos estaban desechando la sugerencia de abandonar el país.
"No creemos que ninguna misión extranjera vaya a abandonar Pyongyang", dijo el alto cargo, que no fue identificado. "La mayoría de los gobiernos extranjeros consideran el mensaje norcoreano como una forma de aumentar las tensiones en la península coreana".
Corea del Norte se molestó con la imposición de nuevas sanciones de la ONU después de llevar a cabo una tercera prueba con armas nucleares en febrero. Esa irritación ha ido en aumento ante los ejercicios militares conjuntos entre EE.UU. y Corea del Sur, que comenzaron en marzo.
La agencia de noticias china Xinhua ha citado al Ministerio de Exteriores del Norte afirmando que el asunto ya no era si iba a haber un conflicto, sino cuándo iba a surgir.
La mayoría de los países ven esa invitación a las misiones diplomáticas como poco más que una retórica estridente tras semanas amenazando con lanzar un ataque nuclear contra Estados Unidos y declaraciones de guerra contra su vecino del sur.
Sin embargo, Rusia dijo que estaba "estudiando seriamente" la petición. Un alto cargo del Gobierno surcoreano expresó su perplejidad. "Es difícil definir cuál es su intención real", dijo el responsable oficial, que pidió no ser identificado. "Pero podría haber intensificado estas amenazas para reforzar internamente el régimen o para responder a la comunidad internacional", dijo.
Las Naciones Unidas dijo que sus trabajadores humanitarios seguían activos en toda Corea del Norte. El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, sin embargo, seguía "profundamente preocupado" por las tensiones, que han ido en aumento desde la imposición de sanciones de la ONU contra el Norte por su tercer ejercicio nuclear en febrero pasado.
La invitación a los diplomáticos se produjo tras conocerse informaciones en el Sur de que Corea del Norte, que dirige el líder de 30 años Kim Jong-un, había trasladado dos misiles de medio alcance a un lugar de la coste este. Eso llevó a la Casa Blanca a afirmar que Washington "no se sorprendería" si el Norte llevara a cabo otra prueba con misiles.
Kim Jong-un es el tercer miembro de su dinastía que dirige Corea del Norte. Asumió el poder en diciembre de 2011 tras la muerte de su padre, Kim Jong-il, que protagonizó confrontaciones con Corea del Sur y Estados Unidos en sus 17 años en el cargo.
Corea del Norte siempre ha condenado los ejercicios de las fuerzas armadas de Estados Unidos y de sus aliados en Corea del Sur. Pero sus comentarios han sido especialmente vitriólicos cuando Estados Unidos desplazó bombarderos B-2 desde sus bases para realizar ejercicios.
"Una loca guerra nuclear"
El diario gubernamental de Corea del Norte dijo que las tensiones seguían siendo elevadas porque Estados Unidos estaba "llevando a cabo atolondradas maniobras de guerra nuclear".
"La situación imperante demuestra que una nueva guerra, una guerra nuclear, es inminente en la península", dijo el Minju Joson en un comentario.
Un documental televisivo difundido el viernes citó al líder norcoreano diciendo, durante una gira provincial el mes pasado, que el país necesitaba "garantizar absolutamente la calidad de nuestra artillería para asegurar un rápido ataque preventivo contra nuestros enemigos".
Pero algunos analistas que examinan el resultado de las reuniones en Pyongyang la semana pasada - del Partido de los Trabajadores y el poder legislativo que rubrica las decisiones - concluyó que Kim y sus dirigentes estaban más preocupados por la economía que por temas militares.
El sitio de Internet 38 North, que se especializa en asuntos norcoreanos, citó la redesignación del reformista Pak Pong Ju como primer ministro, los títulos limitados dados a los altos cargos militares y oficiales de seguridad y la designación de una mujer para un alto puesto del partido.
"Estas designaciones de personas tienen un gran sentido en el contexto de las declaraciones de Pyongyang de que su política económica será modificada, introduciendo reformas sistémicas al tiempo que continúa con el desarrollo de armas nucleares", dijo el comentarista de 38 North Michael Madden.
"Parecen ser pasos importantes en una iniciativa clave para sacar productos de desarrollo económico y de producción claves del control del ejército en favor del partido y el Gobierno", añadió.
