Los tres mensajes de los ministros de finanzas y directores de bancos centrales en la cumbre del G-20

Como preámbulo a la reunión de los mandatarios de las 19 naciones más poderosas del mundo más la Unión Europea, conocida como la cumbre del G-20, los ministros de finanzas y directores de los bancos centrales se reúnen para debatir sobre el futuro económico mundial. Ayer finalizó este encuentro previo a la cumbre y fueron varias las conclusiones, mensajes y alertas que enviaron. A continuación, los cuatro principales:

1. La tensión comercial crece
“Las tensiones comerciales y geopolíticas se han intensificado”. Con esta afirmación, los ministros de finanzas del G20 coincidieron en que, si bien el crecimiento global parece estar estabilizándose, esta variación sigue siendo baja, y esto se agrava, al mantenerse este tipo de riesgos. Para aliviar este escenario, recomiendan que la política fiscal sea “flexible y amigable con el crecimiento, mientras se reconstruyen las reservas cuando sea necesario y se asegura que la deuda como porcentaje del PIB esté en un camino sostenible”.
También destacaron que la política fiscal deber ser flexible y debe haber una implementación continua de las reformas estructurales para así aumentar el potencial de crecimiento. Y advierten: “reiteramos que el comercio y la inversión internacionales son motores importantes del crecimiento, la productividad, la innovación, la creación de empleos y el desarrollo”.

2. Ojo al envejecimiento
El grupo de ministros reunidos en Fukuoka, Japón, envió una alerta a los países con el tema del envejecimiento de las poblaciones. La invitación a los países fue a “seguir mejorando la productividad (...) fomentando la participación en el mercado laboral, en particular de las mujeres y las personas mayores; mejorar la eficiencia y la eficacia del gasto público, así como una red de seguridad social que funcione fiscalmente y bien (...) y diseñar el sistema tributario de manera equitativa y favorable al crecimiento”.

3. Supervisar los criptoactivos
Otro de los sectores que entró al debate fue el de la tecnología y los criptoactivos, de los cuales no negaron los beneficios que pueden generarle al sistema financiero, siempre y cuando haya una clara supervisión.

“Si bien los criptoactivos no representan una amenaza para la estabilidad financiera mundial en este momento, nos mantenemos atentos a los riesgos, incluidos los relacionados con la protección de los consumidores e inversores, el lavado de dinero y la lucha contra la financiación del terrorismo”, reza el documento.