Los recortes de carbono de las arenas petrolíferas tienen un costo de US$60.000 millones

Costará alrededor de US$60.000 millones eliminar los gases de efecto invernadero de las operaciones de arenas petrolíferas para 2050, con una gran parte de los costos asumidos por los contribuyentes y muchos cabos sueltos aún por resolver, según dos de los informes de la industria canadiense. principales directores ejecutivos.

Para lograr el objetivo anunciado el mes pasado, aproximadamente la mitad de los recortes de emisiones tendrían que provenir de la captura de carbono en los sitios de arenas petrolíferas y su captura a gran profundidad, lo que puede requerir hasta dos tercios de capital gubernamental como en Noruega, Mark Little, director. oficina ejecutiva de Suncor Energy Inc., dijo en una entrevista. Todavía no está claro cómo y cuándo se implementarán la mayoría de los proyectos, o qué acuerdos serán necesarios, pero está claro que la industria no quiere hacerlo sola.

“No hemos podido encontrar ninguna jurisdicción en el mundo donde se haya implementado la captura de carbono, donde el gobierno nacional o los gobiernos estatales no sean socios muy importantes en esa inversión”, dijo Alexander Pourbaix, CEO de Cenovus Energy Inc. en la misma entrevista “No creo que ninguno de nosotros esté en condiciones de hacer esto por nuestra cuenta. Es una empresa demasiado importante ".

La iniciativa sigue la creciente presión de los grandes inversores con mentalidad climática, muchos de los cuales han abandonado sus propiedades en arenas petrolíferas. Situada sobre las terceras reservas de crudo más grandes del mundo, la industria canadiense utiliza métodos de extracción intensivos en carbono que la han convertido en un objetivo de los ambientalistas. También están en juego los puestos de trabajo y los ingresos fiscales de una industria que representa alrededor del 10% de la economía canadiense.

"Tenemos un talón de Aquiles: son las emisiones de gases de efecto invernadero", dijo Little. "Podemos enterrar nuestras cabezas en la arena y convertirnos en víctimas, o podemos lidiar con eso".

La industria de las arenas petrolíferas emite casi 70 millones de toneladas métricas al año de dióxido de carbono, aproximadamente un 10% de las emisiones de Canadá, "así que seguro que somos un gran emisor", dijo Little.

El plan para reducir esas emisiones, que también cuenta con el apoyo de Canadian Natural Resources Ltd., Imperial Oil de Exxon Mobil Corp. y MEG Energy Corp., incluirá medidas como cambiar los combustibles utilizados en las operaciones de arenas petrolíferas. Cenovus y las otras compañías también están desarrollando formas de usar solventes como el propano para ayudar a separar el petróleo de la arena de manera más eficiente y bombear más crudo con menores requerimientos de vapor. Más adelante, la industria podría emplear pequeños reactores nucleares para producir vapor, dijo Pourbaix.

Uno de los primeros grandes proyectos del grupo es construir una línea troncal que transporta dióxido de carbono a lo largo de un corredor que une las instalaciones de arenas petrolíferas en el área de Fort McMurray y las regiones de Cold Lake en el norte de Alberta con un centro de secuestro de carbono cercano. Es probable que la línea troncal cueste entre $1.000 y $2.000 millones de dólares canadienses y podría estar en funcionamiento a mediados de la década. Pero los mayores costos están asociados con la captura de CO2, que van desde alrededor de $50 dólares canadienses por tonelada para las industrias que emiten altas concentraciones hasta “varios cientos de dólares por tonelada” para la captura directa desde el aire, dijo Little.

El plan no incluye las llamadas emisiones de Alcance 3, las que generan los automóviles, aviones, hogares y fábricas cuando los combustibles fósiles producidos en las arenas petrolíferas son quemados por los consumidores finales.