La economía colombiana crecerá 3,5% a pesar de la caída regional y la desaceleración

Tras una aceleración generalizada de la economía global que duró hasta 2017, los analistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) esperaban un crecimiento de 3,9% para este año. A pesar del momentum, durante el segundo semestre de 2018, el comercio internacional se enfrió por la disputa comercial entre Estados Unidos y China, lo que generó mayor cautela en los inversionistas y modificaciones en la demanda de manufacturas. Esto, en resumen, fue lo que indujo a que hoy el crecimiento económico mundial baje a una variación de 3,3%.

América Latina, considerada un mercado emergente para los analistas, se contagió de las repercusiones y sufrió el peor revés regional en las previsiones del ente monetario con un retroceso 0,6 puntos porcentuales respecto a enero, ubicando la proyección en 1,4% (desde 2%).

“Las proyecciones del FMI reflejan el lastre que representan las economías latinas en el mundo, pues dependen ampliamente de la exportación de commodities y cuentan con un alto índice de endeudamiento”, dijo Eduardo Sarmiento, analista macroeconómico de la Escuela de Ingenieros.

Además de la tendencia global, los resultados de América Latina se explican por el pobre desempeño de economías como la de Venezuela y Argentina, que vienen decreciendo durante varios años. En el caso de Venezuela, el FMI revela que la economía se contraerá 25%, mientras que el segundo país caerá 1,2%.

La crisis en Venezuela también se expresa en las previsiones de la inflación, que según el ente monetario llegaría a 10.000.000% a finales de 2019. “Hay una creciente preocupación por la realidad que atraviesa Venezuela. Según nuestras investigaciones, los conflictos en el país podrían sostenerse durante un plazo aún mayor”, indicó Gita Gopinath, economista jefe del FMI.

Pero estos no son los únicos países que plantean retos al crecimiento regional. Los expertos también identificaron vulnerabilidades en las economías de México y Brasil, donde sus gobiernos trabajan en reformas estructurales para hacer frente a la deuda y reducir el déficit fiscal.

“En América Latina vemos una creciente preocupación por lo que sucede. Brasil, ha tenido problemas para aprobar la legislación en materia fiscal que necesita y la incertidumbre en México continúa con el gobierno actual, pues no hay lineamientos claros para los inversionistas”, añadió la economista del FMI.

A pesar de que la cifra continúa a la baja (desde octubre), el FMI advierte que en el segundo semestre de 2019 habrá un repunte de la economía por cuenta de las políticas de estímulo en China, el aumento en el uso de los sistemas financieros, un crecimiento moderado en las economías europeas y la estabilización de algunos mercados emergentes como el argentino y turco.

“Vemos una lenta recuperación de varias divisas pertenecientes a mercados emergentes respecto al dólar y creemos que la tendencia se mantendrá durante 2020, por los que habrá una buena recuperación”, añadió Gopinath.

El próximo año habría un mejor desempeño regional, pues las economías tendrán menos presión fiscal. No obstante, el FMI predice que los resultados en 2020 siguen teniendo altos niveles de incertidumbre, por lo que la revisión para ese año se mantuvo estable en 3,6%.

Los mensajes para Colombia

A pesar de las condiciones regionales, el FMI mantuvo el desempeño de Colombia en 3,5%, tal como lo indicó en sus previsiones de enero. De acuerdo con el organismo, el país tiene altos índices de favorabilidad en la inversión extranjera y sostiene un ritmo en el consumo interno, no obstante, esta condición sería transitoria.

“El consumo interno estimula la importación de productos, lo que en cierto modo beneficia al país. Sin embargo, la nación debe trabajar en aumentar sus exportaciones y cubrir el déficit comercial que tiene para no tener que cubrirlo con deuda”, expresó Carlos Ronderos, exministro de Comercio Exterior.

Además del ritmo al que crecen las exportaciones, el FMI advierte que el país roza un alto nivel deficitario en su cuenta corriente, que al cierre de 2019 llegaría a 3,9% del PIB. Esto, sumado al endeudamiento del país que abarca 47% de su producción anual, la tasa de desempleo que alcanzaría 9,7% y la inflación, que se estimó en 3,4% para el mismo año.