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Las compras de bienes y servicios, ajustadas por cambios en los precios, aumentaron un 0,1% en junio después de una caída revisada del 0,3% un mes antes
El gasto de los consumidores estadounidenses apenas aumentó en junio después de caer el mes anterior, lo que subraya cómo la alta inflación de décadas ha erosionado los salarios de los estadounidenses y moderado la demanda.
Las compras de bienes y servicios, ajustadas por cambios en los precios, aumentaron un 0,1% en junio después de una caída revisada del 0,3% un mes antes, según mostraron el viernes datos del Departamento de Comercio. Tanto el gasto en servicios como en mercancías aumentó.
El índice de precios de gastos de consumo personal, que la Reserva Federal utiliza para su objetivo de inflación, aumentó un 1% respecto al mes anterior y un 6,8% desde junio de 2021. El avance anual fue el mayor en 40 años. Excluyendo alimentos y energía, el índice de precios aumentó un 0,6% más de lo previsto. Esa fue la mayor ganancia en más de un año. La medida central subió un 4,8% con respecto al año anterior, una ligera aceleración con respecto al mes anterior.
Los futuros de acciones subieron después de reducir brevemente las ganancias por las preocupaciones sobre la inflación. Los rendimientos del Tesoro también subieron ligeramente junto con el dólar.
Las cifras llegan solo un día después de que datos separados mostraran que la economía se contrajo en trimestres consecutivos y subrayan cómo el poder adquisitivo se ha deteriorado ante el aumento de los precios. Los ingresos de los estadounidenses, aunque crecen, todavía no siguen el ritmo de los rápidos aumentos de precios, y eso ha dejado a muchos consumidores con poco, si es que queda algo, de efectivo sobrante para gastar después de pagar necesidades como gasolina, alimentos y alquiler.
Ahorros más bajos
La tasa de ahorro se redujo a 5,1%, la más baja desde 2009, desde el 5,5% del mes anterior, según el informe.
Una encuesta reciente de la Oficina del Censo mostró que cuatro de cada 10 estadounidenses dicen que es algo o muy difícil cubrir los gastos domésticos habituales, la proporción más alta desde que se hizo la pregunta por primera vez en agosto de 2020.
La Fed está decidida a reducir la inflación, y aumentan los temores sobre si las acciones del banco central, que ya han frenado las ventas de viviendas, llevarán a la economía a una recesión.
Si bien los desembolsos por servicios ajustados a la inflación aumentaron un 0,1%, la ganancia fue la menor este año. El gasto en mercancías registró un avance similar pero siguió a una caída del 1,6% en el mes anterior.
Sin ajustar por inflación, el gasto aumentó un 1,1% respecto al mes anterior, mientras que los ingresos personales aumentaron un 0,6% por segundo mes.
Las empresas ya han notado cambios en el comportamiento del consumidor a medida que la inflación erosiona los ingresos discrecionales de los trabajadores. McDonald's Corp. dice que está viendo que los clientes cambian a sus ofertas de valor, y Walmart Inc. dice que los recibos se inclinan más hacia los alimentos y se alejan de las mercancías generales como la ropa.
Y aunque el mercado laboral hasta ahora continúa agregando empleos a un ritmo saludable, una gran cantidad de empresas tecnológicas han anunciado despidos o planes para reducir la contratación. Cualquier ampliación significativa de dicho comportamiento en todos los sectores se sumaría a las preocupaciones de una desaceleración inminente y ayudaría a dar forma a la política monetaria en los próximos meses.
A principios de esta semana, la Fed elevó las tasas de interés en otros 75 puntos básicos y los responsables políticos dijeron que anticipan que los " aumentos continuos " serán apropiados. Aunque cuánto depende de cómo se desempeñe la economía, dijo el presidente de la Fed, Jerome Powell.
“Restaurar la estabilidad de precios es algo que tenemos que hacer”, dijo Powell durante una conferencia de prensa el miércoles.
Mientras tanto, una medida de salarios y beneficios observada de cerca, el índice de costos de empleo, aumentó en el segundo trimestre más de lo previsto. El informe del Departamento de Trabajo del viernes mostró un avance del 1,3%, lo que aumenta las preocupaciones de que la inflación seguirá siendo persistentemente alta.
El índice de precios al consumidor, que normalmente es más alto que el índice de precios PCE, saltó a un nuevo máximo de 40 años del 9,1 % en junio. A principios de esta semana, Powell dijo que el indicador PCE es una mejor medida de la inflación.
Sueldos y salarios aumentaron 0,5% en junio. Sin embargo, cuando se ajusta por inflación, el ingreso personal disponible cayó un 0,3%, el máximo en tres meses.
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