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Las ganancias del grupo Santander, el mayor banco de la zona euro, cayeron un 51% en el primer semestre del año por un ajuste en el valor de sus activos inmobiliarios en España, aunque los depósitos en su mercado local crecieron con fuerza durante el segundo trimestre.
El grupo español dijo que completó el 70% de las depreciaciones exigidas por una nueva regulación y absorbió pérdidas en el negocio hipotecario y por préstamos incobrables otorgados a desarrolladores, reconociendo en forma tardía el impacto por el estallido de la burbuja inmobiliaria del 2008.
"El esfuerzo que estamos haciendo en provisiones nos permitirá dejar atrás el saneamiento del riesgo inmobiliario en España este año", dijo el presidente ejecutivo del banco Emilio Botín, en un comunicado.
Pese a estar en línea con las provisiones ordenadas por el Gobierno español, el recorte sorprendió a los operadores que no esperaban que el banco fuera a asumir un impacto de esa magnitud tan temprano en el año.
Las acciones del banco se disparaban un 10% a las 1520 GMT a 4,4 83 euros, en un mercado alcista después de que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijera que la autoridad monetaria europea haría lo que hiciera falta para preservar el euro.
En el último mes, la cotización de Santander se había depreciado un 13% ante la incertidumbre sobre el sector financiero español.
La utilidad neta del banco fue de 1.704 millones de euros en los seis primeros meses del 2012. Los analistas habían previsto un beneficio de 2.926 millones de euros, según un sondeo de Reuters. La entidad señaló que el balance incluye provisiones para saneamientos de 2.780 millones.
La debilidad de las cifras refleja además el peor rendimiento operacional en Reino Unido y Brasil.
En una presentación ante analistas, Santander dijo que no modificará su política de dividendos. El miércoles, la firma española Telefónica anunció un recorte del pago a accionistas para este año mientras lucha por disminuir su deuda en medio de un contexto recesivo.
La exposición de los bancos españoles a malas inversiones inmobiliarias llevó a España a pedir una línea de crédito a la Unión Europea de hasta 100.000 millones de euros para recapitalizar a la banca local.
En febrero y en mayo, el Gobierno ya había aprobado dos decretos que obligaban a la banca a realizar dotaciones por unos 80.000 millones de euros, frente a los 184.000 millones en activos tóxicos acumulados, en un intento por recuperar la confianza de los inversores.
El país no está evaluando solicitar ayuda para distender la presión existente sobre su deuda soberana, dijeron dos fuentes el jueves, aunque la zona euro está siguiendo el tema y podría considerar alguna acción en el futuro.
Depositos
A pesar del denso clima que pesa sobre el sector bancario, Santander informó que los depósitos en España crecieron, mientras que los ingresos del segundo trimestre fueron los mayores de los últimos 10 períodos.
"Parece que están aprovechando todo lo que ha pasado y tienen una posición envidiable en España. Con la crisis hay muchos clientes que están dejando su entidad de toda la vida para irse con las entidades mas sólidas", dijo Alejandro Varela, que gestiona 400 millones de euros en Renta 4.
Los ingresos netos por intereses del grupo Santander subieron un 8,4% a 15.499 millones de euros, frente a previsiones que apuntaban a un dato de 15.223 millones de euros.
"Quizá el resultado en el margen de intereses en España ha sido más fuerte al esperado y la parte que más ha castigado a la cuenta de resultados en realidad es la anticipación de provisiones", explicó Juan Pablo López, analista de Espirito Santo.
La entidad cerró el semestre con una tasa de morosidad a nivel de grupo del 4,11%, frente al 3,98% al cierre del primer trimestre.
El banco ha sorteado mejor que muchos de sus rivales la severa crisis económica que vive España y el colapso del mercado inmobiliario debido a su diversificación de negocios en Brasil, México, Polonia y Gran Bretaña. América Latina es responsable de la mitad de las utilidades.
Sin embargo, los analistas señalaron la debilidad de los ingresos en esa región y las crecientes pérdidas en los créditos, particularmente en Brasil, que está sufriendo una marcada desaceleración en su actividad.
En Brasil, el beneficio del primer semestre cayó un 16,6 por ciento a 1.152 millones de euros, mientras que en el Reino Unido el margen neto bajó en los primeros seis meses un 25,3% a 1.307 millones.
El banco ratificó sus planes de salir a bolsa en su unidad mexicana y congeló por el momento un programa similar en el Reino Unido. Además, apuntó que no hay planes de venta o fusión para su filial Banesto, que registró una caída del 51,2% en el beneficio a junio.
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