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HACIENDA

Emmanuel Macron rompe el guión del G7 en ataque de furia climática

viernes, 23 de agosto de 2019

Los asistentes de la cumbre van a estar distraídos por una grieta entre Macron y Merkel sobre cómo abordar la amenaza ambiental

Bloomberg

Emmanuel Macron se ha salido de la pista. Al presidente francés le tomó menos de 24 horas abandonar el guion, equivocarse con sus compañeros más cercanos y aumentar la especulación sobre la cumbre del Grupo de los Siete. Sus compañeros líderes ni siquiera habían aterrizado. Y todo esto cuando se suponía que Macron estaba apuntalando la alianza europea para otra confrontación con Donald Trump.

Se suponía que cuando empezara la cumbre el sábado en el balneario francés de Biarritz, el contingente europeo mantendría la línea sobre el brexit, presionaría por una acción más dura sobre el cambio climático y abordaría las tensiones comerciales que amenazan el crecimiento mundial sin provocar al líder estadounidense. Ahora van a estar distraídos por una grieta entre Macron y la alemana Angela Merkel sobre cómo abordar la amenaza ambiental que plantea Brasil.

Para Macron, para la Unión Europea y para la relación transatlántica, las consecuencias podrían ser de gran alcance.

Los preparativos para la cumbre comenzaron a desmoronarse el jueves por la noche, cuando Biarritz estaba a punto de cerrarse. La franja de arena que proporcionará el telón de fondo para la foto familiar todavía estaba abarrotada de bañistas. Incluso los asesores cercanos de Macron no tenían idea de la bomba que el presidente (que no tuitea habitualmente como Trump) estaba a punto de lanzar.

Alarmado por el número récord de incendios que asolan la selva amazónica, Macron anunció que la "emergencia" sería un foco central de su cumbre, abandonando meses de cuidadosa coreografía que incluso involucra al chef más famoso de Francia preparando carne para Trump y comida vegetariana para el invitado especial, Narendra Modi.

El problema era que no parecía haber dejado participar a los jugadores clave en su decisión. En dos horas, su llamado a las armas recibió una respuesta furiosa del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien acusó a Macron de colonialista. Los asuntos relacionados con Brasil no deberían discutirse sin Brasil en la mesa, dijo Bolsonaro.

Los críticos de Macron en las redes sociales señalaron que había usado una imagen antigua de un incendio anterior.

Los funcionarios del clan G7 se enteraron de la noticia junto con el resto del mundo. La preocupación por el medio ambiente es algo compartido por muchos europeos, y los funcionarios sentían que estaban dispuestos a aceptar que el incendio de la selva tropical fuera incluido en la agenda en el último momento.

Lentamente empezaron a aparecer respuestas positivas. Un portavoz del primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, dijo que el líder británico haría eco de su llamado a la acción en el Amazonas. El portavoz de Merkel respaldó la decisión de Macron de involucrar a la comunidad internacional, con lo que se puso de su lado contra Bolsonaro.

Mientras tanto, Trump intercambiaba ataques con Pekín por el comercio. Los mercados cayeron cuando el presidente dijo que había "ordenado" a Estados Unidos que se retirara de China. Pero en lugar de tratar de capitalizar, el líder francés subió las apuestas.

Otra sorpresa
Tal vez se ofendió por la burla de colonialista, tal vez fueron los titulares de funcionarios brasileños que hablaban de incendios forestales en Portugal y Siberia. Fuera lo que fuese, Macron tenía otra sorpresa bajo la manga.

En una breve declaración en el Palacio del Elíseo, calificó a Bolsonaro de mentiroso y prometió bloquear el acuerdo comercial de la UE con las economías más grandes de Sudamérica a menos que Brasil tome en serio sus obligaciones ambientales.

Romper la agenda de la cumbre es una cosa. Pero esto era mucho más grande.

El acuerdo comercial de la UE con Mercosur lleva 20 años en desarrollo, reducirá los aranceles sobre unos US$90.000 millones de comercio anual y es la mayor respuesta de Europa al asalto de Trump al orden comercial multilateral. El primer ministro español, Pedro Sánchez, invitado especial de Macron a la cumbre, se convertirá en uno de los mayores ganadores del acuerdo e invirtió tiempo y capital político para llevarlo hasta la línea final hace apenas ocho semanas. Sánchez no recibió ninguna advertencia de que se acercaba el anuncio, según un funcionario.

Expuesta, la bofetada pública al final vino de Merkel. Su portavoz dijo a Bloomberg que la canciller no cree que acabar con el acuerdo comercial logre el objetivo de Macron de frenar la deforestación en Brasil y que de hecho contiene compromisos vinculantes sobre la protección del clima. Merkel no cree que amenazar con bloquear el acuerdo sea una respuesta apropiada a lo que está sucediendo en Brasil, agregó.

Después de las maniobras políticas de Macron durante conversaciones con Washington, Merkel ya había concluido que no podía confiar en Francia en lo que respecta al comercio. Ahora su división está expuesta.

Johnson está tratando de dividirlos respecto al brexit. Trump está aumentando la presión sobre una serie de problemas, desde el comercio hasta Irán y la política económica.

Si estaban buscando pistas sobre cuán sólida es la alianza esencial de la UE antes de su último asalto, Macron acaba de entregarla en bandeja de plata.

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