El Ibex 35 celebra el optimismo de la Fed y se acerca a los 10.000 puntos

Los inversores tenían marcado en rojo dos fechas en esta recta final del año: el 3 y el 16 de diciembre. En este periodo comprendido entre la reunión del Banco Central Europeo y la de la Reserva Federal, los mercados han sufrido un correctivo que se ha traducido, en el caso del Ibex, en su peor racha de caídas de la historia y en pérdidas acumuladas superiores al 6%. La decepción que generó el BCE con sus medidas menos contundentes de lo esperado ha dado paso a la tranquilidad que ha aportado la Fed al cumplir con el guión previsto y subir, por primera vez desde 2006, los tipos de interés. Los mercados hacía meses que se venían preparando para el inicio de un nuevo ciclo en Estados Unidos. Y Wall Street reaccionó claramente al alza a la confianza que trasladó la Reserva Federal al subir tipos a pesar de las turbulencias en los emergentes y en el petróleo. Además, se encargó de reiterar que las nuevas subidas previstas para 2016 serán lo suficientemente "graduales" como para no alterar la recuperación de la economía estadounidense. Las firmas de inversión auguran entre 2dos y cuatro aumentos de los tipos durante el próximo ejercicio.

La estela alcista iniciada en Wall Street ha tenido continuidad en la renta variable de Asia. El Nikkei de Tokio ha cerrado con una revalorización del 1,59%, y la Bolsa de Shanghai ha elevado sus ganancias al 1,8%. Las compras alcanzan ahora a las principales bolsas europeas. Las revalorizaciones cobran fuerza, y superan incluso el 3% en índices como el Dax alemán, uno de los más beneficiados por la caída del euro y la firmeza de la economía de EEUU. Los valores más orientados a la exportación, como Airbus, reciben el estímulo de las caídas que sufre el euro frente al dólar como respuesta a la subida de tipos de la Fed. La jornada depara además nuevas desinversiones de en la reaseguradora alemana Munich Re a cargo de Warren Buffett, que ha reducido su participación desde el 4,6% hasta el 3%.

La Bolsa española se suma al festival alcista, y reedita la remontada lograda el pasado martes, la única subida registrada desde la reunión del BCE del pasado 3 de diciembre. Después de perder más de un 6% en las dos últimas semanas, el Ibex acelera hasta registrar máximos intradía muy próximos a los 10.000 puntos. Además, de paso, recorta el saldo negativo que acumula en lo que va de año. Desde el pasado 7 de diciembre el Ibex no logra cerrar por encima de los 10.000. El sector financiero es uno de los protagonistas de la jornada, en el inicio de un nuevo ciclo de los tipos de interés en EEUU. Los avances permiten a BBVA superar los 7 euros por acción, y a Santander acercarse al nivel de los 5 euros. Las compras cobran fuerza en bancos medianos como CaixaBank y Popular. Las caídas del euro juegan a favor de todo un peso pesado como Inditex, que se afianza por encima del umbral de los 100.000 millones de euros de capitalización. Los efectos de la Fed sobre el mercado de deuda han elevado la presión en las últimas semanas sobre las empresas constructoras. En un intento por reducir los niveles de endeudamiento, ACS ultima la venta de su filial de servicios Urbaser, por un importe que podría rondar los 2.500 millones de euros. La tregua en Bolsa da un respiro a OHL, desinflada en las últimas semanas. La compañía, además, ha anunciado nuevos contratos en EEUU por 300 millones.

Al margen de las subidas en la renta variable, uno de los efectos más directos de la subida de tipos de la Fed es la revalorización del dólar. El euro cotizó durante la mayor parte de la jornada de ayer anclado en los 1,09 dólares. Una vez confirmado el repunte de los tipos en EEUU, perdió este nivel, y hoy la divisa comunitaria se afianza en los 1,08 dólares. En plena resaca de la Fed, la agenda del día depara referencias como el IFO alemán y el paro semanal de EEUU. El índice de confianza de Alemania podría situarse en los 109 puntos, y las peticiones semanales de subsidio de desempleo podrían alcanzar las 275.000 solicitudes.

En el mercado de deuda pública la resaca de la Fed no genera, de momento, grandes cambios. El interés exigido al bono español a diez años consolida sus últimas subidas, y repite sobre el 1,7%, y la prima de riesgo se mantiene cerca de los 108 puntos básicos con los que cerró la jornada de ayer.

Los inversores mantienen su vigilancia sobre el mercado del petróleo, el que ha sufrido mayores turbulencias en las últimas semanas. El repunte del dólar provocado por la Fed obstaculiza los intentos de remontada. El barril de Brent se atasca en los 37 dólares, a apenas un dólar de sus mínimos de 2004, mientras que el barril tipo West Texsas, de referencia en EEUU, cotiza en los 35 dólares.