El cierre de plantas de vehículos eliminarán 42.000 empleos

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El sector automotor es uno de los damnificados por cuenta de la guerra comercial entre los dos mercados más grandes del mundo, el alto nivel de endeudamiento de los consumidores, el fortalecimiento de medidas regulatorias contra la contaminación y el riesgo inminente de un Brexit sin acuerdo. Según el último informe de ventas de vehículos, que incluye a los principales mercados del mundo, la compra de vehículos tuvo un aumento muy leve en Estados Unidos (0,5%), cayó significativamente en China (-3,5%) y se estancó en la Unión Europea (0%) durante 2018.

“Según los últimos informes del Fondo Monetario Internacional, la economía global crecerá 3,7% en 2019. Esto significa una desaceleración importante que se refleja en la contracción de las industrias y, por ende, en las ventas”, dijo Horst Schneider, analista automotriz en el banco Hsbc de Alemania.

A raíz de este fenómeno, marcas como General Motors, Ford, BMW y Jaguar anunciaron el cierre de varias de sus plantas de producción desde finales del año pasado. Según las cifras, se perderán 4.000 empleos en Europa, 14.000 en Estados Unidos y 24.000 en Brasil, lo que completaría 42.000 despidos.

Estados Unidos
Los analistas aseguran que la próxima crisis económica del país norteamericano podría llegar por las autopistas. En un afán por mantener las tasas de consumo elevadas, la cartera crediticia del sector se ha deteriorado y muchos de los que han accedido a préstamos no tienen capacidad de pago. Además, los precios se han tenido que mantener muy bajos para lograr un crecimiento de apenas 0,5% con 17,2 millones de unidades vendidas en 2018.

“Si bien el consumo en Estados Unidos se mantuvo en 2018 a tasas similares de 2017, el problema no está en la cantidad de unidades que se venden, sino en la capacidad de pago de aquellos que los adquieren. Esto podría llevar a una recesión similar a la de las hipotecas subprime en 2008”, indicó Camilo Andrés Thomas, analista en Alianza Valores SCB.

Debido a esta situación, General Motors, anunció en noviembre que cerrarán cinco de sus plantas de producción distribuidas en Estados Unidos y Canadá, lo que representa la pérdida de 14.000 empleos. Ford anunció que relocalizaría sus factorías, lo que también incluiría la clausura de algunas.

Europa
La imposición de nuevas regulaciones ambientales y la desaceleración en la producción industrial, son los grandes baches que atraviesa la industria en el Viejo Continente. Hasta el momento, son pocas las automotrices que han logrado satisfacer las exigencias de las regulaciones, y además, el Índice de Gestión de Compras llegó a 49,2% en enero después de ubicar en 50,5% en diciembre.

“Las empresas europeas tienen cada vez menos pedidos, lo que ha generado una desaceleración alta en el consumo y metió al sector industrial en época de recesión. Esto, sumado a la incertidumbre del Brexit ha contraído al mercado”, añadió Schneider.

A medida que el Brexit se acerca y los británicos siguen discutiendo el acuerdo sobre la mesa, la amenaza de una secesión desorganizada es inminente. Es por eso que varias marcas anunciaron que detendrían en el país. Esto causaría la pérdida de 4.000 trabajos en el caso de marcas como Jaguar.

Ford no venderá más camiones en América Latina
Como parte de un rediseño en su negocio, Ford Motor Company anunció que ya no participará en el negocio de vehículos pesados en Latinoamérica y cerrará su planta de producción en Brasil, que emplea de forma directa a 24.000 personas. Esto significa que la estadounidense ya no ensamblará más modelos de la F-4000 y F-350. Los productos de la marca seguirán llegando, no obstante, vendrán en formato distinto y ampliarán su portafolio en otros segmentos como el de las Pick Up y SUV.