Colombia se une a Brasil, Chile y Argentina en lucha contra el glifosato

Entidades como la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina ya se han hecho sentir en la región, al punto que hoy, gobiernos como los de Brasil, Chile y Colombia están contemplando tomar medidas para la prohibición de la sustancia. 

La utilización de glifosato está aprobada en cerca 750 productos destinados a la agricultura, plantaciones forestales y ambientes urbanos, lo que lo convierte en el herbicida más empleado a nivel mundial. Por esta razón, muchos expertos empiezan a temer una crisis alimentaria debido al cambio o la disminución en la producción agrícola.  

En Brasil, por ejemplo, la Cámara de Soja, señaló que la posible retirada del mercado de glifosato, en el primer año, puede obligar al país carioca a importar más de 30 millones de toneladas de grano. Los líderes de la agro industria están preparando un documento para mostrar el impacto si el químico es prohibido. 

En Colombia el caso no es muy diferente, luego del anuncio que realizó ayer el presidente Juan Manuel Santos, en el que ratificó su decisión de suspender el uso de glifosato en las fumigaciones aéreas a los cultivos ilícitos.  

El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía López, afirmó que este compuesto es utilizado no solo para erradicar los cultivos ilícitos sino por la gran mayoría de los sectores agropecuarios en la preparación de suelos. 

El dirigente gremial explicó que “el Gobierno debe proponer una alternativa que sea igual de eficiente y económica que la actual, para que no haya efectos negativos en la producción” y añadió que “si se prohibe la implementación del glifosato para proteger la salud, lo más lógico sería prohibir también las importaciones de alimentos que han sido producidos en suelos tratados con dicho herbicida. Lo cual significaría que el país tendría que empezar a importar más de 28% de los alimentos que consume y buscar nuevos proveedores, ya que Estados unidos y Argentina, los grandes proveedores de insumos  básicos como el trigo y el maíz, y que son importados en 98% y 70% respectivamente, no podrían exportar más hacia Colombia”. 

En el país hay más de 55 registros de productos de glifosato y se utiliza desde hace más de 40 años, sin embargo este no es el único plaguicida que podría afectar la salud de los colombianos. 

María Helena Latorre, Directora de la Cámara Procultivos de la Andi, añadió que “no podemos caer en el debate del glifosato únicamente, sino en mirar las regulaciones que se adoptan sobre estos compuestos que son fundamentales en la agricultura”. 

En Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, también ordenó al Ministerio de Salud iniciar una investigación oficial sobre los posibles efectos nocivos del herbicida, ya que el país es uno de los que más se sirve de este compuesto al año, con 320 millones de litros de glifosato con el que riegan más de 28 millones de hectáreas.  

En el país austral, más de 30.000 médicos y profesionales de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud  exigieron la prohibición de este químico por sus efectos nocivos sobre la salud de los seres humanos.  

Durante el año pasado en Chile se importaron 8.868 toneladas de herbicidas, de los cuales la mayor parte corresponde  a productos que tienen en su formulación el principio activo del glifosato. Ante esta noticia, la Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile hizo un llamado al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet para detener la comercialización de los plaguicidas. Aún no se prevé un reemplazo que pueda promover el desarrollo de los cultivos en la región sin el uso de herbicidas. 

Monsanto es el fabricante líder del herbicida
El herbicida que está causando la polémica en la región fue desarrollado y patentado por el gigante de la agroindustria Monsanto bajo el nombre comercial de Round Up, sin embargo, la compañía no tiene la exclusividad del químico. En la página web de la empresa se asegura que el producto posee baja toxicidad, no es genotóxico, ni es cancerígeno. Sin embargo, Javier Souza, ingeniero agrónomo y director de Pesticide Action Network International asegura que “no podemos permitir que los intereses comerciales de una multinacional americana sean más importantes que la salud de la gente en  América Latina”.

Las opiniones

Rafael Mejía López
Presidente de  Sociedad de Agricultores de Colombia
“Si el glifosato se prohíbe, el gobierno debe decirnos por qué producto se va a sustituir  y si también se va dejar de importar alimentos que contengan este tratamiento”.

María Helena Latorre
Directora de la Cámara Procultivos de la Andi
 “No podemos caer en el debate del glifosato únicamente, sino en mirar las regulaciones que se adoptan sobre estos compuestos fundamentales en agricultura”.