Brasil recauda US$1.200 millones en subasta de aeropuertos

La subasta, la primera de su tipo desde 2013, recibió ofertas para todos los aeropuertos. Fraport AG Frankfurt Airport Services Worldwide se adjudicó contratos para operar los aeropuertos de Porto Alegre y Fortaleza, mientras que Vinci SA y Flughafen Zuerich AG obtuvieron contratos para Salvador y Florianópolis, respectivamente.

Analistas, como Stephen Trent en Citigroup Inc. y Bruno Pahl en Fitch Ratings, esperaban poco interés en la subasta ante informes de un bajo número de potenciales oferentes. Aún así, el total fue superior a los US$962,8 millones que esperaba recaudar el gobierno en comisiones, más el doble en inversiones. Temer calificó la licitación de un éxito en un mensaje por Twitter.

Brasil necesita que subastas como estas sean un éxito entre los inversionistas en tanto busca atraer más capitales y reactivar una economía que enfrenta su recesión más profunda y prolongada en por lo menos un siglo. Además, el Gobierno está bajo presión mientras prosigue la investigación por corrupción conocida como Lava Jato, que lleva tres años. El fiscal general de Brasil solicitó investigar a no menos de cinco miembros del Gabinete, los líderes de ambas cámaras del Congreso y los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, según informes de medios locales.

El escenario contrasta con la última gran subasta aeroportuaria del país, realizada en 2013, cuando los inversores acudieron en masa a Brasil ante la expectativa de llegada de turistas debido a los Juegos Olímpicos y los partidos del Mundial. Desde entonces, dos años de recesión en la economía más grande de Latinoamérica aniquilaron la demanda de viajes de los consumidores y un enorme escándalo de corrupción entre las principales constructoras brasileñas redujo abruptamente el campo de las empresas locales con los medios financieros para competir por los contratos.

"Sería una victoria ver que todos se vendan en un entorno económico como este", dijo Bruno Pahl, director de infraestructura de Fitch Ratings en Río de Janeiro, antes de la subasta.

Los US$1.193,5 millones recaudados se comparan con una expectativa del gobierno de unos US$962,8 millones; el gobierno recibirá aproximadamente US$468,4 millones por adelantado con las concesiones. En conjunto, los cuatro aeropuertos tienen actualmente el 11,6% de los pasajeros, el 12,6% de la carga y el 8,6% de los aviones en el tráfico aéreo brasileño, según Anac.

Para atraer inversionistas extranjeros, el gobierno cambió algunas reglas: los ganadores deben pagar por adelantado el 25% del precio mínimo más la prima y serán completamente responsables de las inversiones, ya que Infraero no tendrá participación en los aeropuertos. El gobierno espera inversiones de US$ 2117,3 millones en los aeropuertos.

En 2012, Brasil vendió licencias para tres aeropuertos, entre ellos Brasilia y Guarulhos de Sao Paulo, y recaudó un total de US$7.861,3 millones. El contrato para Guarulhos, el aeropuerto más activo del país, se vendió por US$ 5.198,2 millones, casi cinco veces el mínimo, a un grupo que incluyó a OAS Investimentos SA. La licencia para expandir y operar el aeropuerto Galeao de Río fue vendida un año después por US$6.097,5 millones, casi cuatro veces la oferta mínima, a un grupo liderado por Odebrecht SA.

Ahora, OAS está bajo protección de bancarrota y el ex director ejecutivo de Odebrecht está en la cárcel. Como muchos de los contratos son reevaluados, el gobierno emitió un decreto en noviembre para permitir la renegociación de licencias de aeropuertos, así como ferroviarias y de autopistas.

Incluso aparte de la disminución de la demanda de viajes aéreos en todo el país, los aeropuertos que se licitan el jueves no tienen tanto tráfico como los ofrecidos hace cuatro años, dijo Trent de Citigroup.

"Cada uno de los cuatro aeropuertos licitados tenía básicamente entre seis y nueve aerolíneas diferentes con vuelos", dijo Trent, citando datos de 2015 utilizados en la notificación de la subasta. "Esa es una pequeña cantidad de aerolíneas", agregó, señalando que había 32 aerolíneas operando en Guarulhos.

Desde 2015, cuando el gobierno hizo sus estimaciones para la subasta, la economía siguió hundiéndose en la recesión, lo cual modifica las variables y complica los cálculos de inversiones y retornos que deben hacer los oferentes antes de decir cuánto están dispuestos a pagar por los activos, dijo Fabio Falkenburger, socio de Machado Meyer, un estudio de abogados de Sao Paulo. El año pasado hubo cerca de 7 millones de pasajeros menos en vuelos locales, y en enero las cifras de tráfico aéreo cayeron por 18° mes consecutivo, según la Asociación Brasileña de Compañías Aéreas (Abear).

"La subasta de los aeropuertos es una prueba de confianza que muestra la percepción del mercado sobre el actual gobierno de Brasil", dijo Falkenburger. "Y definitivamente significa dinero para el gobierno".

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