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Encargados de política de la UE están tratando de mantener los mercados abiertos en todo el mundo frente a la postura antiglobalización de Trump
Europa se acerca a la próxima parada en su campaña mundial de apertura de mercado destinada a contrarrestar la inclinación proteccionista del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Los principales funcionarios de la Unión Europea se reunirán con el grupo del Mercosur de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay el 30 de enero en Bruselas para evaluar las perspectivas de un posible acuerdo de libre comercio que llegaría después de otros pactos comerciales pioneros con Japón y Canadá.
Las conversaciones UE-Mercosur comenzaron hace casi dos décadas, decayeron y luego se reanudaron en 2010. La llegada de Trump a la Casa Blanca hace un año con su agenda "Estados Unidos primero" dio lugar a que la UE diera un impulso para concluir las negociaciones, que lograron avances, pero quedaron finalmente atascadas el mes pasado debido a temas políticamente delicados sobre agricultura y automóviles.
"Nuestro objetivo es cerrar un acuerdo comercial muy ambicioso con Mercosur en las próximas semanas", dijo la comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmstrom, en una entrevista en Bruselas la semana pasada. "Nos proponemos finalizar esto muy pronto porque el tiempo se acaba".
Los encargados de política de la UE están tratando de mantener los mercados abiertos en todo el mundo frente a la postura antiglobalización de Trump y subrayar la continuación de la influencia comercial del bloque en un momento en que el Reino Unido se prepara para partir. Además de aprovechar los pactos de libre comercio existentes en Europa con socios que también incluyen a Singapur, Vietnam y Corea del Sur, un acuerdo con Mercosur daría impulso político a la UE a medida que se prepara para las conversaciones con Australia y Nueva Zelanda.
La amenaza de EE.UU. para el orden global en vigor desde el final de la Segunda Guerra Mundial fue puesta de relieve la semana pasada cuando Trump invocó normas de "salvaguarda" raramente utilizadas para imponer aranceles a las importaciones estadounidenses de paneles solares y lavadoras.
En 2016 la actividad comercial entre la UE y Mercosur ascendió a un valor de casi 85.000 millones de euros (US$105.000 millones), por lo que un acuerdo de apertura del mercado estaría entre los más grandes de Europa. La reunión del martes será a nivel ministerial, y daría a ambas partes la oportunidad de hacer concesiones políticas que alentarían a los negociadores.
Mercosur dice que una oferta de la UE para abrir aún más sus mercados agrícolas, incluida la carne de vacuno, es insuficiente. El equipo de Malmstrom propuso en diciembre permitir que el Mercosur exportara al bloque a aranceles reducidos una cantidad adicional de 70.000 toneladas métricas de carne de vacuno, 600.000 toneladas de etanol y 100.000 toneladas de azúcar por año.
"Si no obtenemos una oferta significativa en agricultura, no podremos alcanzar un acuerdo", dijo el embajador de Paraguay ante la UE, Rigoberto Gauto Vielman, al comité de comercio del Parlamento Europeo el 23 de enero en Bruselas. Europa debe hacer más para garantizar un acuerdo "justo y razonable", dijo.
La UE argumenta que su oferta en agricultura es generosa y Mercosur debe aceptar abrir sus mercados más a los quesos, automóviles y componentes de automóviles europeos.Los intereses de los productores agrícolas europeos, un tema tradicionalmente delicado en Bruselas, pueden ser incluso más importantes ahora, ya que Irlanda está preocupada por el impacto potencial que tendría la salida planeada del Reino Unido de la UE sobre las exportaciones de carne de vacuno de Irlanda. El Mercosur ya representa alrededor de tres cuartas partes de las importaciones de carne de vacuno de la UE y se centra en cortes más caros.
"El momento es bastante difícil para Europa en relación con la carne de vacuno", dijo a los legisladores europeos el martes pasado Sandra Gallina, la principal negociadora de la UE con Mercosur. "Nuestros socios son muy conscientes del Brexit y de que la carne de vacuno de Irlanda puede verse afectada, así que me gustaría decir que quizás este no sea el mejor momento para intentar cerrar un acuerdo como este".
Pekka Pesonen, secretario general del Copa-Cogeca, el principal grupo europeo de presión agrícola, dijo a la prensa el 24 de enero que un acuerdo Mercosur-UE podría costar a los agricultores de Europa miles de millones de euros y que "rechazaríamos cualquier concesión en esta etapa".
Malmstrom restó importancia al punto muerto sobre agricultura y dijo que desde hace mucho tiempo los intereses de los agricultores han mantenido durante más tiempo a los negociadores del comercio internacional en la mesa.
"Siempre son los últimos que se quedan", señaló. "Son difíciles, pero espero que sea posible llegar a un acuerdo".
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