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La mayoría de las monedas de Latinoamérica operarían con un sesgo a la baja esta semana, afectadas por una mayor aversión al riesgo ante un resurgimiento de las preocupaciones por la crisis de deuda en la zona euro y el menor crecimiento de China.
La semana pasada, las monedas de la región terminaron con pérdidas ante la decepción del mercado frente al crecimiento económico de China de 8,1% en el primer trimestre, el más débil en casi tres años.
La evolución económica de China es vital para Latinoamérica debido a que es el principal comprador de sus materias primas.
En momentos de mayor aversión al riesgo, los inversores también se fijarán en la crisis de deuda de Europa debido a los problemas de los bancos españoles para acceder a préstamos, tomando en cuenta que están prácticamente excluidos de los mercados de crédito.
Los bancos de España dependieron fuertemente de los fondos baratos del Banco Central Europeo en marzo, lo que llevó a un máximo histórico el costo de las coberturas contra la moratoria (CDS) de la deuda española.
"Ha habido un resurgimiento de la preocupación por Europa y si los spreads (diferenciales de rendimiento de deuda) en la zona euro continúan ampliándose, es de esperar efectos secundarios en las monedas de Latinoamérica", dijo Katia Díaz, analista de 4CAST.
Las dudas sobre el futuro de la economía mundial harían que las monedas de Latinoamérica tiendan a caer o limiten el camino alcista de algunas como el sol peruano y el real, que a su vez estarán vigiladas por sus respectivos bancos centrales.
En Brasil, la mayor economía de la región, las ganancias del real serían frenadas por un menor apetito por activos de riesgo y compras de dólares del Banco Central en el mercado interbancario.
"Esperamos que las autoridades intimiden al mercado si el real trata de consolidarse debajo de 1,81 unidades por dólar", indicó Díaz de 4CAST.
El viernes, la moneda de Brasil se depreció 0,55% a 1,8400 unidades por dólar la venta.
México y Chile
Por su parte, el peso mexicano también podría resultar castigado por las preocupaciones sobre la crisis de deuda en Europa y su avance estaría condicionado a que se divulguen datos favorables sobre vivienda e industria en Estados Unidos, principal socio comercial de México.
La semana pasada, la moneda mexicana cerró en 13,1750 unidades por dólar, con un descenso del 1.08% respecto a los $13,0325 del precio de referencia de Reuters el jueves.
"Mientras que no perfore el 13,20 vamos a estar en el mismo rango, 13,02-13,20 (...). Con el peso estando arriba de 13,10, creo que ya cambió su tendencia de alza", dijo César Elizalde, operador de cambios del grupo Banorte-IXE en Ciudad de México.
"La gente no se siente tan a gusto de estar aquí corta (apuesta en contra del dólar) cuando entró en 12,80-12,90 pesos por dólar", agregó Elizalde.
En Chile, el primer productor de cobre del mundo, la divisa estadounidense le sacaría ventaja al peso chileno en momentos en que los metales podrían resultar afectados por una eventual menor demanda de China.
"El menor crecimiento de la economía china y renovados temores por la crisis de deuda en Europa marcó (a la moneda chilena)(...). En estos momentos, la tendencia es hacia un alza del dólar", dijo un operador.
El peso chileno cayó 0,62% a 484,70 y 485,00 pesos por dólar el viernes y podría depreciarse hasta los 490 pesos de mantenerse las preocupaciones por el futuro de la economía global.
"Es probable que oscile entre los 483 y 488 pesos", anotó un agente.
Argentina y Perú
El peso argentino también registraría leves retrocesos durante la semana debido a la demanda privada de dólares, pero sería atenuada por los controles cambiarios.
La moneda de Argentina cerró estable en 4,3925/4,395 por dólar el viernes, su valor mínimo histórico tras marcar un récord intradiario de 4,3975 unidades para la venta.
Asimismo, el Banco Central argentino seguiría con la misma tendencia de comprar dólares, "sumando reservas y fijando a su gusto el valor del tipo de cambio", sostuvo un agente del mercado.
Por su parte, el sol peruano, que se resiste a seguir a sus pares de la región, continuaría apreciándose pero con ganancias reducidas "ante la culminación del periodo de pago de impuestos y las menores posiciones de los bancos", explicó el analista de Scotiabank Mario Guerrero.
La moneda peruana, que opera en sus máximos de casi 15 años, cerró el viernes con una ligera ganancia del 0,04% a 2,657/2,658 unidades por dólar.
Al igual que el real de Brasil, el avance del sol sería frenado por demanda de dólares de la autoridad monetaria, que ya ha adquirido US$6.589,5 millones en lo que va del año para frenar la escalada de la moneda local.
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