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La recomendación de Eduardo Loaiza Posada, gerente de Camacol en Antioquia, está soportada en que en los próximos meses se aplicarán en Colombia, entre otros, el Reglamento Interno de Telecomunicaciones (Ritel) y algunas disposiciones nuevas en los aspectos de sismorresistencia y amigabilidad ambiental, cuyos costos trasladarán los constructores al precio final de la casa o apartamento.
“Ya ha pasado. En 2013 tuvimos incrementos cercanos al 9%, porque entró el Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas, las normas de sismorresistencia se revisaron en 2010 provocando un aumento de los precios. Esos cambios pesan mucho más que el incremento de los materiales e insumos para la construcción”, explicó el dirigente.
El aumento estimado por Camacol estaría entre 7% y 9%, superior a la meta de inflación calculada por el Banco de la República para este año (3%), y se reflejará principalmente en las viviendas dirigidas al segmento de clase media, es decir aquellas cuyo valor está entre $83 millones y $250 millones.
Desempeño y expectativa
El año pasado en Antioquia se vendieron 20.978 viviendas nuevas, cifra inferior en 6,4% a las 22.401 que se negociaron en 2013, pero que se conserva en el rango que la actividad edificadora ha mostrado desde 2011.
Para Loaiza se trató de un ajuste esperado y anticipado, debido principalmente a la supresión del subsidio a la tasa de interés para las viviendas de clase media.
Las ventas no residenciales tuvieron un repunte importante con un crecimiento de 39%, impulsadas por los nichos de oficinas, consultorios y locales comerciales.
“Los datos demuestran que estamos en un período de estabilidad con una dinámica de ventas entre 20.000 y 22.000 unidades de vivienda por año durante los años 2011, 2012, 2013 y 2014, y se espera una cifra similar de ventas de vivienda para este año”, manifestó.
Los constructores agregaron que este 2015 el énfasis se centrará en la vivienda de interés social, en donde se aplicarán subsidios a la tasa de interés y se fortalecerán, probablemente a partir del segundo semestre, a través del programa Mi Casa Ya ampliándolos a la cuota inicial.
“El reto es suplir la demanda de vivienda de interés social y nuestra región podría demandar a partir de este año y en los próximos, cerca del ocho por ciento de esos subsidios”, comentó Loaiza.
Aunque Medellín comanda el escalafón de ventas de vivienda nueva en el departamento (6.626 unidades), llama la atención la dinámica observada en Bello que representa el 20% de la construcción (4.293 unidades), comportamiento explicado por el aumento en las viviendas de interés social.
Envigado y Sabaneta que hasta hace dos años observaron crecimientos acelerados, moderaron su ritmo y sumaron 4.753 unidades, en 2014.
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