“No soy el gerente que la Licorera de Caldas de hoy necesita”, Bruno Seidel

Seidel habló con LR y dijo que su salida  es por asuntos personales, pero dejó en el ambiente un ‘tufillo’ de que careció  de compromisos reales por parte de los grupos de interés para sacar de la crisis a la firma. Este es un reto que no ve fácil porque, según dice, a diferencia del año  2000, cuando también dejó el cargo luego de seis meses,  hoy el problema no es sólo de la injerencia política, sino de una empresa infinitamente averiada. Por ello señala que no es el gerente que la ILC de hoy requiere. Seidel dejará el cargo la próxima semana.

Como hace 14 años, ¿esta vez también sale de la ILC corriendo?
No. Son dos momentos distintos. En el 2000 el problema más grave era la injerencia política, pero la firma era aún grande, fuerte y se movía bien en el mercado. Tengo que decirlo, este no es el principal problema. Hoy hay una empresa infinitamente averiada, con problemas en todas partes y en todos sus procesos. Es una firma disminuida y en crisis. Son dos momentos y razones distintas.

¿Y esta vez qué lo movió?
Es un asunto de índole personal y familiar. Pero a esto van ligados otros elementos: siento que acá (en Caldas) hay un gran respaldo de los diferentes grupos de interés por la compañía, pero también siento que todavía  esos respaldos no han madurado hacia convertirse en compromisos reales cuando de hacer cambios grandes y drásticos se trata. Ahí se necesita que esos respaldos se convirtieran en compromisos y siento que esos grupos  no  están listos para ceder en sus intereses. Entonces volver  respaldos en compromisos es una tarea titánica.

¿Le dio miedo quemarse?
No soy un pollo y tengo un hoja de vida con aciertos y desaciertos. Esta experiencia me dejó cosas y enseñanzas  muy grandes. Me voy con la conciencia tranquila y no siento que haya fracasado. Si bien no salgo con la felicidad del éxito pleno, sí con la tranquilidad del aporte hecho. Haber visibilizado  la situación real de la firma, abrir la caja de Pandora, mostrar la realidad de las cifras, plantear temas como la reestructuración o la decisión  frente a la destilería (la cerró temporalmente) y dejar un plan de choque para tomar decisiones de fondo, me dejan tranquilo. Pero doy un paso al costado porque entiendo que hoy la empresa requiere otro tipo de gerente.

¿Y cuál es?
El Consejo Directivo en una de sus últimas reuniones y  el Gobernador plantearon que la empresa necesita una gerencia para el día a día que garantice que no se pare la facturación, pero al mismo tiempo experta en reestructuración y no soy esa persona. No soy el gerente que la Licorera de Caldas de hoy necesita. Requiere alguien con mucha experiencia en reestructuraciones.

¿Qué hay que hacer con la licorera?
Con un trabajo serio y honesto se puede recomponer el camino. Hay que reestructurarla de fondo, por eso necesita un gerente con perfil jurídico. No sé si es una escisión de negocios, dejar una parte pública, una alianza estratégica, o si privatizar, o liquidar y crear una nueva o incluso hacer un modelo mixto. Son diferentes opciones y creo que dejamos  un plan que va a dar los elementos  de juicio para tomar decisiones.

¿No cree que abandona el barco en un momento duro?
Tomo la decisión que me indica mi conciencia. No tengo el perfil que la empresa hoy necesita y en eso soy honesto.