“La idea no es comernos los taxis, es que las calles no estén llenas de vehículos privados”

Los taxistas tradicionales empezaron a ver competencias con aplicaciones como Uber y como ustedes, y hay países donde la entrada ha sido más violenta. Cuando ingresa Cabify al mercado, ¿en qué países lo hace y bajo qué condiciones?
Nosotros siempre hemos buscado una forma de operar dentro de la legalidad en cada país, empezamos en Madrid en 2011, utilizando unas licencias similares a las de servicio especial. La verdad es que vinimos a llenar un lugar que no estaba cubierto por las soluciones que existían como los taxis. En 2012 empezamos a operar en otros países, empezamos en México, Perú y Chile, de nuevo respetando la regulación local de cada país. Hace casi un año, en agosto de 2015, empezamos a operar en Colombia con los vehículos de servicio especial, ofreciéndolos exclusivamente para usuarios corporativos, que es lo que permite la regulación.

Si miramos un poco el futuro, a cinco o 10 años, nosotros pensamos que cada vez más la gente se planteará si es necesario tener un vehículo. Plataformas como las nuestras serán la alternativa preferida de la gente de clase media, para quienes resulta incómodo conducir en esta ciudad, con el tráfico que hay.

¿Cuál es el racional cuando usted dice que hay una demanda insatisfecha o un nicho de mercado que está desatendido? ¿Detrás de eso cual es el pensamiento del consumidor de Cabify?
Pensamos que los taxis seguirán existiendo siempre, es un servicio universal, accesible a todos los ciudadanos y con un precio fijo. Nosotros ofrecemos taxis dentro de nuestra plataforma en distintos países, pero lo que hemos visto es que al ofrecer distintas alternativas, con distintos niveles de precios el tamaño de la industria crece, das opciones que antes no existían a los usuarios y eso es un poco la lógica que hay detrás de decir que si ofrezco un servicio con una calidad determinada a un precio determinado, este servicio pues será atractivo para un grupo de clientes que antes no estaba siendo servido por la única alternativa que era el taxi. Seguimos ofreciendo distintas alternativas para los usuarios y esperamos crecer la industria lo suficiente. La idea no es comernos el taxi, no es nuestro objetivo, sino comernos la propiedad de los vehículos, para lograr que nuestras ciudades sean habitables y que no estén llenas de vehículos privados todo el tiempo circulando por las calles, sería mucho más eficiente si esos vehículos fueran compartidos.

A ustedes les tocaría como empezar a evangelizar un poco al usuario para que esos racionales sean un poco más rápidos de hacer...
Sí, sobre todo nosotros lo que hemos empezado a hacer es establecer tarifas claras, que son fáciles de entender por los usuarios. En Cabify cuando vas de un punto A a un punto B siempre te cuesta lo mismo, independientemente del tráfico que haya, la ruta que elija el conductor, independientemente del tiempo, porque pensamos también que si yo quiero reemplazar mi vehículo, yo necesito una compañía que me ofrezca un servicio de la calidad que yo espero que sea fiable y que cuando pida el vehículo me llegue el vehículo y también que sepa cuánto me va a costar para poder hacer mis números.

Ustedes inician en España, luego se amplían a otras partes del mundo, ¿cuáles son las dos o tres ciudades más caóticas a nivel de movimiento de vehículos?
Donde más experiencia tenemos nosotros que es Latinoamérica, porque en Asia no tenemos tanta presencia, yo diría que México, Lima, Sao Paulo y Bogotá están en el top, cada una con sus retos. Lima es una ciudad muy ruidosa, la velocidad promedio es más baja por ejemplo que en México, pero las distancias son un poco más cortas y hay calles por donde escaparse; en México es un caos donde igual se han hecho inversiones en infraestructura mirando el futuro, tiene un gran servicio de metro pero igual no ha evolucionado desde la época de las Olimpíadas. Y en Bogotá cada vez que vengo sufro el tráfico, y  un metro como el que hay en México podría ayudar.

¿Cómo ve a Cabify en la parte tecnológica? ¿están robustos?
Sin duda estamos compitiendo en un mercado donde puede haber otros predios que puedan tener más ingenieros, los nuestros están enfocados en solucionar los problemas de los países donde estamos. Entonces el ratio de concentración de recursos puede que sea más alto en Cabify que en otras empresas y es una de las ventajas que tenemos: la capacidad de foco, la ventaja tecnológica, yo creo que vendrán después en temas como el vehículo que se conduce solo. Esos son proyectos que requieren más inversión y ahí nosotros lo que estamos intentando hacer es buscar acuerdos con fabricantes de vehículos. Estamos hablando con fabricantes europeos, con fabricantes de distintas regiones, para convertirnos en su plataforma para poner esos vehículos en la calle.

De nuevo pensemos en los vehículos que se manejan solos, la gente no compra los vehículos, ¿a quiénes les van a vender los vehículos los fabricantes? A plataformas como las nuestras que son los habilitadores de ese mercado.