La guerra del 'streaming' dispara a US$120.000 millones la inversión de las TV

La década de Juego de Tronos -su primera temporada se estrenó en 2011 y la última en 2019- toca a su fin con una transformación radical de la industria de la televisión. La irrupción de las plataformas de streaming, los nuevos hábitos de los usuarios, que han cambiado las emisiones en directo por el vídeo bajo demanda, y la explosión del contenido producido dejan unas cifras récord de inversión y un futuro lleno de interrogantes para los grandes grupos audiovisuales.

Las compañías de medios y entretenimiento de Estados Unidos invirtieron el año pasado más de US$120.000 millones en contenido original, incluidas películas, series y documentales, según datos recopilados por la revista Variety. A la cabeza de estas empresas se situó Disney, con un gasto de
US$27.800 millones. Esta cifra representa casi una cuarta parte del total invertido. La compañía del ratón Mickey aceleró el año pasado la producción de contenido original ante el lanzamiento, en noviembre, de su plataforma de vídeo bajo demanda Disney+.

Otro que ha situado los contenidos propios en el centro de su estrategia es Netflix En los últimos años la plataforma, responsable de títulos como Stranger Things o The Witcher, ha ido reduciendo su dependencia de los catálogos de terceros y apostado por producir series y películas originales.

Netflix, que en sus primeros años funcionó como un mero agregador, anticipó lo que iba a ocurrir y supo responder antes de que sus rivales le retiraran sus programas. Desde 2010, ha multiplicado por 17 su inversión en originales. El año pasado, la tecnológica destinó US$15.000 millones a este propósito.

Cinco compañías (Disney, AT&T, ViacomCBS, Netflix, y Comcast) concentraron aproximadamente un 72% del total invertido en contenidos en 2019, una cifra que asciende hasta los US$87.400 millones. Entre estas cinco empresas sólo hay una plataforma digital, por lo que el grueso del gasto en programas no recayó en los nuevos entrantes sino principalmente sobre los grupos mediáticos tradicionales.

PRESIÓN DE LAS OTT
"Estamos en medio de un boom de contenido. La mayor inversión en contenido, no solo original, por parte de las plataformas OTT ha sido uno de los impulsores clave en el crecimiento general del gasto. Ha avivado los fuegos de la competencia lo que ha llevado a una mayor inversión por parte de los grupos de medios tradicionales", explica a EXPANSIÓN Daniel Gadher, responsable de Investigación de la firma de análisis británica Ampere Analysis.

Si en 2013 estas empresas destinaban aproximadamente de media el 41% de sus ingresos a la producción de contenido y compra de derechos, señalan en un informe reciente desde Ampere, esta cifra creció hasta el 50% el año pasado.

El documento señala que durante este periodo (2013-2019) el gasto en programas de los grupos norteamericanos creció en US$49.000 millones, una cifra que se encuentra "por encima de los niveles históricos".

Detrás de este gasto ingente en series y películas está la presión de Netflix, Amazon Prime Video o Hulu, los conocidos como servicios OTT, que han obligado a mover ficha a los grupos de medios tradicionales como Disney, Comcast o AT&T, que el año pasado desembolsó 85.000 millones de dólares por los activos de Time Warner, entre los que se encuentra HBO y Warner Bross.

Las tres compañías han lanzado -o tienen planeado hacerlo- sus propias plataformas de streaming (Peacock, en el caso de Comcast, y HBOMax, en el de AT&T) a lo largo de este año. De hecho, HBOMax está previsto que vea la luz en mayo, mientras que Peacock lo hará en abril.

Esta creciente competencia, vaticina Gadher, hará que la inversión en contenido original siga aumentando este ejercicio. "A medida que cada plataforma busque impulsar su catálogo, la inversión en programas originales continuará", asegura.

Respecto a si existe mercado suficiente para todos, el experto cree que "será difícil que existan tantas plataformas en su formato actual" y señala que algunas tendrán que adaptarse. "Amazon y Apple ya han comenzado a utilizar el contenido como una puerta de entrada al ecosistema de servicios de cada uno", concluye Gadher.