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El 13 de octubre de 2015, a través de la resolución 1291, la Anla ya había negado la solicitud hecha por parte de Isagen, luego de evaluar el impacto ambiental del proyecto.
La entidad explicó que el impacto ambiental de este proyecto, sumado al de Hidroituango, sería sumamente perjudicial para la zona.
“Por el desarrollo del proyecto Ituango se desconectarán 412 km de las franjas riparias que equivalen a un 25% del total (1609 km). Además del impacto propio del proyecto, la Anla expresó que esta condición más el impacto de Cañafisto, generaría la desconexión de aproximadamente 441 km adicionales, equivalentes al 53% de corredores riparios de la red funcional del río Cauca actualmente asociadas al BST. Dicha situación conllevaría a la fragmentación de los corredores de conectividad actuales y potenciales, asociados a las franjas riparias, llegando a condiciones que generarían la pérdida del BST en la región de Antioquia”, indicó el comunicado.
Además de eso, la autoridad fundamentó su decisión en el déficit hídrico de la zona de reubicación de la población afectada por el proyecto, en la negativa de Corantioquia y en la Superposición con los proyectos hidroeléctricos Agua Fresca y Mulatos II, licenciados por Corantioquia.
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