“Estamos en el momento justo de hacer reformas a la Federación de Cafeteros”

Dentro de la llamada Misión del Café, el experto en temas económicos, Eduardo Lora, tuvo que diagnosticar y dar recomendaciones sobre uno de los temas más espinosos del estudio: qué hacer con la institucionalidad, representada en la Federación Nacional de Cafeteros (FNC).

La Misión fue creada por el Gobierno Nacional y está conformada por un grupo de expertos, que como Lora, debe entregar una hoja de ruta para volver el sector más competitivo. En diálogo con LR, el analista reveló detalles sobre los cambios que deberían aplicarse.

¿Qué se debe hacer con la institucionalidad ?
Estamos proponiendo que se separen las funciones de la Federación que tienen que ver con actividades comerciales en las que compite con el sector privado de aquellas que realiza por mandato del Gobierno o con recursos públicos. Esa es la base de la propuesta, es muy sencilla, y su justificación está en que la mezcla de esas dos cosas es mala para el fisco, para la competitividad, para la innovación y la velocidad de cambio que debe tener el sector.

Es decir, ¿en vez de una entidad serían dos?
En esencia sí. Es separar las funciones privadas, que proponemos queden a cargo del negocio y de los intereses gremiales, y no tendrán nada ver con el diseño de políticas del sector, ni regulará, ni controlará, ni financiará su actividad con dineros públicos. Va a interactuar como cualquier otro actor privado del sector en igualdad de condiciones. La otra entidad manejará los recursos públicos incluyendo la contribución cafetera. Proponemos que los recursos de la parafiscalidad se destinen exclusivamente a investigación y desarrollo para la caficultura y a financiar servicios de asistencia técnica para los caficultores.

¿Y no habrá más burocracia?
Por el contrario, lo que creemos es que la Federación está cargada de demasiadas tareas muy complejas por el hecho de que siendo una entidad privada debe manejar recursos públicos. Eso le hace la vida muy difícil porque está bajo el régimen de la Contraloría en todo lo que hace con el sector público. Entonces creemos que esto simplifica las cosas. La Federación puede ser una entidad más ligera con su brazo comercial que es una empresa privada de propiedad de los caficultores. Y la otra parte puede ser también bastante liviana porque sería más sencilla y manejaría las actividades públicas.

Si proponen que la Federación no regule el mercado ¿entonces quién lo haría?
Sencillamente hay que quitar esa regulación. No tiene por qué existir una entidad que exporta y que tiene la facultad de prohibirles a los demás que exporten otras cosas. Entonces hay que quitarla. Eso no hay que confundirlo con las certificaciones de calidad, que pueden ser útiles porque ayudan al mercado a saber qué tipo de café se puede comprar de distintas regiones o proveedores. Nosotros no estamos abogando porque se elimine la marca Café de Colombia, ni porque se quiten las certificaciones de calidad, ni nada de eso. Lo que estamos diciendo es que no se le puede dar a uno de los exportadores la facultad de regular a todos los exportadores porque no hay necesidad de hacerlo.

Dicen que la propuesta acabaría con la Federación…
Nada más lejos de lo que pensamos. No queremos acabar con el tejido social, lo que queremos es separar roles, de una manera clara y limpia y ellos siempre se han opuesto a eso. Esta no es una recomendación nueva. ¿Por qué se oponen? porque esta mezcla de roles les conviene mucho porque les da mucho espacio de acción. La rendición de cuentas es muy difícil y porque toda burocracia tiende a preservar el statu quo. En el pasado les daba mucho poder y yo creo que todavía.

¿La estructura actual de la FNC es viable?
Mientras tenga el apoyo del Estado es viable y mientras pueda mantener este mecanismo de financiarse a través de impuestos a los caficultores, que es lo que está haciendo, sigue siendo viable. La pregunta que nos hicieron y es la que tratamos de responder es ¿qué hay que hacer para que la caficultura colombiana sea más competitiva? Entendemos esa pregunta en que si se tiene una caficultura que es competitiva va a producir buenos resultados sociales y financieros.

¿En cuánto tiempo se deben hacer esas reformas?
Este es el momento de hacerlas porque todavía está vigente el contrato de administración del Fondo Nacional del Café que vence en julio de 2016. Proponemos que haya una especie de contrato de transición en este momento en que se aclaren y se simplifiquen las cuentas y eventualmente, incluso, se cierre el Fondo, esa es una de las dos opciones. Entonces hay un nuevo contrato simple y sencillo que le quita responsabilidades a la Federación, que quita la regulación a las exportaciones y que simplifica todas estas cosas, que empezaría a regir, si se mantiene el Fondo, en julio de 2016. Entonces estamos justo en el momento.

Las Opiniones

Alejandro Corrales
Dirigente Cafeteros de Risaralda
“Darle manejo de política cafetera al Minagricultura es nefasto. En 4 años de dirigente me han tocado 4 ministros, cada uno con una visión distinta”.