El legado que dejó el economista que se enfrentó al Fondo Monetario Internacional

El exministro de Hacienda, Abdón Espinosa Valderrama murió el sábado a los 96 años dejando un gran legado, una huella en la historia del país y la admiración de grandes economistas. Fue columnista en el diario El Tiempo por más de medio siglo, fue cofundador de la revista Semana y se mantuvo en la opinión pública hasta su muerte.

El bumangués, nacido en 1921, llegó a Bogotá a los 14 años para estudiar como interno en el Colegio Mayor del Rosario, cuando monseñor José Vicente Castro era el rector.

Fundó La Academia Colombiana de Ciencias Económicas, de la que fue presidente y posteriormente Miembro de Número; el actual presidente de la Academia, Beethoven Herrera, lo recuerda como “un ejemplo de dignidad del ejercicio de poder, de firmeza de voluntad para dar sus puntos de vista y de clarividencia para diseñar de manera novedosa tácticas para el país sin importar lo que tengan que decir las entidades internacionales, las cuales no siempre aciertan”.

Fue abogado egresado de la Universidad Nacional, trabajó con el presidente Carlos Lleras Restrepo en la Contraloría General de la República desde cuando era estudiante. Posteriormente, cuando Lleras Restrepo subió a la presidencia lo nombró Ministro de Hacienda y volvió a encabezar la cartera al final del mandato del presidente Alfonso López Michelsen.

En el primer periodo, Espinosa Valderrama tuvo que enfrentar una crisis cambiaria por el desplome del precio del café y una imposición del Fondo Monetario Internacional (FMI) para devaluar el peso colombiano, a lo que Valderrama se opuso y creó el Decreto 444 de 1967, que establecía el control de cambios en el país, que obligaba a reintegrar las divisas de las exportaciones que suponía la autorización de los giros al exterior e incluía incentivos fiscales y arancelarios para las exportaciones no tradicionales, logrando así una devaluación paulatina que amortiguó los impactos de la inflación.

Pero lo más importante a juicio de Herrera, fue establecer la devaluación paulatina, que fue conocida como ‘Gota a Gota’ o en inglés ‘Crawling Peg’, para asimilar de a poco los impactos de la inflación en el tipo de cambio y no hacer devaluaciones bruscas.

Ahora, en su momento el FMI no estuvo de acuerdo, por lo que decidieron retirarse del país, aunque posteriormente volvieron y reconocieron la eficiencia de la herramienta que se aplicó hasta 1991 cuando se adoptó la banda cambiaria; por lo que se puede decir que ha sido “el único ministro de Colombia que se ha enfrentado radicalmente al FMI, actuando en una política pública distinta a la del organismo y la historia terminó dándole la razón”, agregó Herrera.

En su segundo periodo como Ministro de Hacienda, durante el final del gobierno de López Michelsen, fue llamado para manejar un exceso de divisas producto de la bonanza cafetera por el aumento en sus precios, que entre 1975 y 1977 subieron de $0,30 a $3,20. Este inesperado aumento de divisas generó una revaluación que el ministro Espinosa Valderrama manejó con el instrumento de Certificados de Cambio que estaba diseñado en el Decreto 444.

Este instrumento obligaba a que el exportador trajera sus divisas y su factura de exportación, por la que recibía un título valor, llamado Certificado de Cambio, redimible a 30, 60, 90, o 180 días, para morigerar el impacto monetario.