EEB invertirá US$170 millones para entrar al mercado de Brasil

En entrevista con LR, el presidente de la compañía, Ricardo Roa Barragán, explicó qué falta para que se pueda dar por concluida la transacción, por qué eligieron Brasil y cuáles podrían ser sus próximos pasos en América Latina. Adicionalmente, Roa explicó cómo los Proyectos Estratégicos de Interés Nacional (Pines) favorecerán a la empresa y de las oportunidades que están esperando para seguir expandiéndose en el país este año. 

¿Qué trámite falta para la culminación del negocio y cuándo lo terminarían?  
Falta la aprobación de las autoridades en Brasil y el pago de la transacción, que está estipulada en US$170 millones. Estamos hablando de un tiempo entre dos y tres meses. 

Después de estos tres meses, cuando se apruebe la transacción, ¿cómo sería la operación, y cuándo empezarían?  
Con 51% que tenemos de participación, nosotros vamos a entrar en control, con nuestra aliada Furnas, que es una filial de la firma Electrobras, que a su vez es una subsidiaria del Ministerio de Minas y Energía de Brasil. Una vez se cierre la transacción, entraríamos en esa operación de cocontrol para el mantenimiento y la administración de los activos por los restantes 23 años que tiene de vigencia dicha concesión. 

En este proyecto de Brasil, ¿qué capacidad tienen estas líneas de transmisión eléctrica? 
Estamos adquiriendo 51% de 1.100 kilómetros de línea de transmisión a 500.000 voltios y 15 subestaciones, de las cuales 10 son absolutamente nuevas y las otras cinco están  repotenciadas, cuyas concesiones acaban de entrar en operación comercial. Esto quiere decir que los activos no tienen más de un par de años de uso, y tendrán una permanencia, una vigencia, unos ingresos asegurados, por 25 años, que es el periodo para el cual se hizo la concesión. Esto es el equivalente casi a 60% de lo que hoy tenemos en activos de transmisión de energía en el país. 

¿Por qué decidieron Brasil? 
Hemos identificado en Brasil el principal polo de desarrollo energético en cuanto a fuentes de generación no convencionales y fuentes renovables como la hidroelectricidad, la energía eólica y la energía solar. Estos son proyectos y alternativas que están teniendo un desarrollo muy grande en Brasil, y que demandarán la construcción de redes para interconectar toda esa nueva oferta de energía al sistema. Por eso es que Brasil se constituye para nosotros un paso importante en esa senda de expansión y crecimiento que nos planteamos. 

Con esta entrada a Brasil, ¿cómo quedan posicionados en  Latinoamérica?  
Con este, son cuatro los países en los que hacemos presencia. Estamos en Perú, en Guatemala, y por supuesto en Colombia. Nos queda faltando un país muy importante, que es México, en el cual, en el marco de la reforma energética, se están desarrollando grandes proyectos de inversión asociados a la infraestructura de transporte de gas, a la construcción de centrales de generación térmica, y como consecuencia, a la expansión del sistema de transmisión para conectar esa oferta de energía al mercado. 

¿Hay algún proyecto específico en México, con el que pretendan entrar al país? 
Lógicamente hay unos proyectos que están siendo configurados, o en proceso de convocatoria pública por parte de las autoridades. La Comisión Federal de Energía de México y Pemex son los grandes clientes de estos desarrollos, y allí estamos identificando oportunidades de crecer, sobre todo en activos relacionados con el transporte de gas y la transmisión de electricidad.  

¿Qué otros proyectos energéticos tienen planeados para el futuro cercano en el mercado colombiano? 
Estamos pendientes de unas nuevas convocatorias de la  Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) para expandir el sistema de transmisión nacional, que estamos viendo del orden de los US$235 millones, que estarían saliendo a convocatoria en los próximos meses. 

¿Ven alguna oportunidad en los Proyectos Estratégicos de Interés Nacional (Pines) del sector energético?  
Logramos que el Gobierno incluyera dentro de los proyectos Pines el de la regasificadora de Buenaventura, el cual implica para nuestra filial TGI la necesidad de construir un gasoducto de 150 kilómetros para conectar ese abastecimiento de gas desde Buenaventura hasta Yumbo, que es donde está nuestra red de gasoducto Mariquita-Cali. 

¿Este año cuánto presupuesto tienen para la inversión? 
Las expectativas era alcanzar unos US$930 millones en inversiones. Al corte de este primer trimestre llegamos a US$500 millones, así que nos queda un compromiso de inversión para el resto del año de $450 millones. 

¿Pero puede ser más? 
Lógicamente, en la medida que existan oportunidades de negocio y expansión, y siempre que tengamos disponibles los recursos y podamos apalancarlos, estaremos interesados en evaluar nuevas alternativas. 

Estos son los contratos que compró la EEB
Las concesiones que acaba de comprar el Grupo de Energía de Bogotá (EEB) datan de unas subastas públicas realizadas entre 2008 y 2009. Adicionalmente, estos contratos cuentan con una vigencia de 25 años y las líneas tienen una longitud de 1.094 km y cubren tensiones de 500, 345, 230 y 138 kV. Esta infraestructura que controlará la firma colombiana se ubica en los estados Espíritu Santo, Goias, Mato Grosso, Mato Grosso Do Sul, Minas Gerais y Sao Paulo. El aliado de la EEB, Furnas, Furnas,  mantiene 17 plantas hidroeléctricas, dos plantas de energía térmica y 65 subestaciones en el país.