Desaceleración económica, un estorbo para la formalidad

La Región en estos momentos está viviendo una desaceleración en su economía. Recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó por tercera vez su proyección de crecimiento económico de 2% a 1,3% para este año, la tasa más baja desde 2009.

Una de las condiciones que está en juego es la alta dependencia de las exportaciones. América Latina exporta 25% de su Producto Interno Bruto (PIB), cuando en la década de los ochenta era 15%, y además vende sus productos a otros países y no entre ellos mismos, lo que preocupa aún más por la volatilidad de los mercados, el menor crecimiento de países como China y la recesión de Europa. En Colombia, las ventas externas de 2013 sumaron US$58.821,9 millones, aproximadamente 16% del PIB.

“El continente experimenta cierta vulnerabilidad en cuanto a las condiciones exteriores de los mercados”, dijo Ryder desde la 18ª Reunión Regional Americana, que se lleva a cabo en Lima, Perú. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial del Comercio (OMC), 70% de las exportaciones de América del Sur y América Central son de commodities, específicamente 43% son combustibles y minerales, y 27%, productos agrícolas. Un 26% son manufacturas, frente al 77% de Asia, 75% de Europa, y 66% de América del Norte.

Formalizarse, una preocupación de todos
Si bien la tasa de desempleo de la Región está en mínimos históricos, de 6,2% (primer semestre de 2014), en un mundo donde hay más de 200 millones de personas sin trabajo, las Américas se enfrenta a la realidad de 15 millones de desocupados y más de 130 millones de personas que son informales.

La tasa promedio de la informalidad en las Américas es cerca de 47% y aunque ha bajado sigue siendo elevada. “A la vez, y esto no es una casualidad, con estas tasas de informalidad no es sorpresa que las Américas sea aún la región más desigualdad del planeta”, dijo Ryder, desde el evento que convoca a más de 450 delegados, con 19 ministros de 33 países.

Actualmente, varios países están empezando a discutir la posibilidad de hacer reformas laborales para atacar este problema. Por ejemplo, Ecuador presentó el 1 de mayo de este año una reforma que apunta a esa dirección. Economistas en Perú, un país cuya proyección de crecimiento pasó de 5,5% a 3,6% para 2014, han planteado esta necesidad igualmente.

Ayer, durante la inauguración de la Reunión Regional, el presidente peruano, Ollanta Humala, afirmó que en lo que va del actual Gobierno se han creado más de 793.000 puestos de trabajo.

“En efecto, informalidad, discriminación, bajos salarios, baja productividad laboral, inestabilidad e incertidumbre y riesgos laborales, trabajo infantil y explotación, carencia de seguro social, entre otros males son los que debemos combatir. Son el producto de la desigualdad y la exclusión”, dijo el mandatario de Perú, una economía en donde la informalidad asciende a más del 70% del mercado laboral.

Los rostros de la vendedora ambulante en la calle, del joven que tiene un empleo precario, de la empleada doméstica con extensas jornadas de trabajo, del médico taxista, de todas estas personas que carecen de seguridad social, que están condenados a unas condiciones carentes del trabajo decente, se repiten en todos los países de la Región.

Las reformas estructurales son importantes, dice Ryder, pero no son la receta mágica. La desaceleración económica está sucediendo y se necesita un conjunto de políticas: mayor educación, formación, utilización de tecnologías, incentivos a las empresas. Estos ingredientes de la receta deberán cocinarlos todas las partes, el Gobierno, los empleadores y los trabajadores, y serán clave incluso para países como Colombia, cuyas proyecciones mejoran en medio de la desaceleración.

Sobre las reuniones regionales de la OIT
Las reuniones regionales de la OIT se realizan cada cuatro años en cada una de las regiones: Asia y el Pacífico, las Américas, África y Europa.

La OIT, fundada en 1919, es la única agencia del Sistema de las Naciones Unidas en la cual los Estados tienen representantes tripartitas.

La primera Reunión Regional de la OIT se llevó a cabo precisamente en el continente americano, en 1936.