De los venezolanos en el país, 40% está en proceso de regularización

La afluencia de población proveniente de Venezuela impulsó al Gobierno a crear un documento Conpes, que espera ver la luz esta semana, para establecer una política pública que determine las necesidades, recursos y acciones necesarias para atender a 935.593 venezolanos que están en Colombia, según cifras de Migración Colombia al 30 de agosto de 2018.

Dentro de este total, 468.428 personas figuran como regulares, 361.399 están en proceso de regularización y 105.766 están como irregulares. Esto quiere decir que 40% de los migrantes provenientes del país vecino no posee el estatus de regular en Colombia.

Una de las herramientas utilizadas para controlar los registros son los Permisos Especiales de Permanencia (PEP), un documento gratuito destinado a autorizar la estancia de los nacionales venezolanos que se encuentren en el país y no tengan intención de establecerse.

En tres ciclos en que se ha asignado el PEP desde agosto de 2017, se han registrado 383.538 personas, de acuerdo con el último reporte al 1 de octubre de 2018. De estos, 28,1% lo han tramitado en Bogotá, 10,9% en Antioquia, 9,6% en Norte de Santander, 8,6% en Atlántico y 5,9% en Valle del Cauca.

Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la U. del Rosario, explica que este documento surgió como una respuesta ágil del Estado colombiano para facilitar los trámites de regularización de los migrantes venezolanos, sin la cantidad de restricciones que implica un proceso de visa.

“La categorización es diferente. En cuanto a la capacidad de laborar o estudiar se generan una serie de instrumentos que controlan esas dinámicas, el PEP es mucho más ágil y permite acceder a estas condiciones sin tener que realizar un proceso de visa”, explica Rodríguez.

Entre las primeras dos rondas de asignaciones (de agosto 3 a octubre 31 de 2017 y febrero 6 a junio 7 de 2018), 50,4% de los registrados indicó tener entre 18 a 29 años, de acuerdo con Migración Colombia, un rango de edad propicio para trabajar, desarrollar estudios de educación superior o finalizar los de educación básica.

A pesar de la efectividad del instrumento, Rodríguez cuestiona qué pasará en el largo plazo con el mecanismo, algo que espera se establezca con el nuevo Conpes en el que trabaja la Cancillería.

“El PEP todavía deja dudas sobre cómo funcionará en el futuro, qué va a pasar dentro de un año cuando los primeros lleguen a su final, no es claro si se van a prorrogar o se van a pasar a un proceso de visa”, comenta el investigador.