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En este sentido, la Unidad de Restitución de Tierras ha venido trabajando durante cinco años en los procesos de desalojo que sufrieron diferentes campesinos por la guerra. En entrevista con LR, el director de la Unidad, Ricardo Sabogal, dijo que habían 200.000 hectáreas con sentencia restitutiva y 600.000 con en lo despachos de los jueces. Además afirmó que las zonas en donde hay más procesos de restitución son “Córdoba, Bolívar, Magdalena y Cesar”.
El balance es positivo, porque la entidad está en su quinto año de vida y obviamente los procesos maduraron y los trámites se hacen de manera mucho más ágil. En este momento hay más de 90.000 reclamos que han llegado a la Unidad, de los cuales, están ya siendo tramitados cerca de 60%, es decir, 54.000 tramitados.
¿Cuántas hectáreas hay en trámite?
En estos momentos tenemos cerca de 200.000 hectáreas con sentencia restitutiva. Por su parte, los jueces en sus despachos tienen cerca de 600.000 hectáreas. Con esto, estamos hablando de unos números muy importantes que se está definiendo en los juzgados todos los días.
¿Ese número de hectáreas a cuántas personas puede llegar a beneficiar?
Las 200.000 hectáreas benefician a 24.000 personas, que son las que hoy están regresando a esas tierras o se les está apoyando en esa vuelta a casa. Para las 600.000 hectáreas no tengo el dato, pero tiene que ser alrededor de 60.000 personas.
¿En qué zonas del país están ubicadas estas hectáreas?
Básicamente la zonas en donde más tenemos procesos son por ejemplo en el Caribe es la zona de Córdoba, Bolívar, Magdalena y Cesar. La otra zona es Antioquia, específicamente el Urabá tiene muchas solicitudes. También en el sur del país en Caquetá, aunque no tiene sentencias, pero es donde hay muchas tierras cuestionadas.
¿Esto quiere decir que la gente cree en la institucionalidad?
Podemos decir que hoy se están definiendo por las vías institucionales los problemas agrarios que antes eran definidos por los actores armados ilegales.
¿Cuáles son los principales problemas que han encontrado con la restitución?
Los rezagos de la guerra, las minas antipersonal o municiones sin explotar que terminan afectando la velocidad del proceso. El otro problema es la deficiente información institucional acerca de las tierras, el catastro no está o está desactualizado, no sirve para mucho.
¿Todos los terrenos son rurales?
Sí, aunque hay unos pocos casos de hectáreas urbanas pero es mínimo.
¿Ustedes acompañan a las familias?
Sí. Hay todo un plan de acompañamiento a las familias que vuelven a las tierras y ese plan la fuerza pública lo tiene estructurado con la Policía Nacional y también con el Ejército Nacional.
Con el tema del acuerdo de paz ¿Qué expectativas tienen y cómo vienen trabajando?
Nosotros lo que esperamos con el posacuerdo es unas mejores condiciones para trabajar en el sur del país. Básicamente la Unidad no había entrado allá por temas de guerra y conflicto. Ahora con el acuerdo eso va a ser mucho más rápido y las zonas que teníamos frenadas por el conflicto se nos van a abrir y vamos a hacer procesos más rápidos.
¿Cuáles son las zonas más complejas?
En realidad son el sur del Meta, sur del Tolima y Caquetá, entre otras.
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