Con renovación, Maloka agregará 10 laboratorios a su infraestructura

Desde hace cerca de 20 años, Maloka es símbolo de la ciudad por acercar a los bogotanos a la ciencia y la innovación. Sin embargo, con los años acumuló pérdidas que casi obligan a su cierre, lo que llevó a un rescate financiero de múltiples actores, que permitirán su renovación el próximo año. Así lo dijo a LR su presidenta, Adriana Correa.

¿Cómo va el proceso para salvar a Maloka?

Arrancamos una estrategia con la Junta Directiva de varios puntos: un proyecto de regalías que se venía trabajando y en abril el Ocad (Órgano Colegiado de Administración y Decisión) nos aprobó $11.000 millones para renovar la casa. Esos recursos son específicos, pues tenemos un problema de liquidez. Cuando yo llegué, llevábamos varios meses sin pagar a los empleados.

¿Qué hará el Distrito?

Planteamos que la Alcaldía nos respaldaría, con un proyecto de acuerdo que se aprobó, para ser parte del presupuesto del Distrito. Eso nos soluciona el problema de sostenibilidad. Eso, junto con una reforma de los estatutos, que nos llevaron a reducir la junta de 14 a siete miembros y un periodo fijo de la presidencia de dos años, renovable y sujeto a una evaluación.

¿Hay participación de privados en esta estrategia?

Ese fue otro hito: el trabajo con los privados. El Concejo dijo que con los recursos que se aprobarán, no se pueden pagar deudas, por lo que parte del reto fue buscar con privados $4.000 millones en muy corto tiempo para solucionar el problema.

¿Cuáles fueron las empresas que hicieron aportes a Maloka?

Nuestros grandes aliados fueron la Cámara de Comercio de Bogotá, Enel y Codensa en llave, Telefónica y el Grupo Bolívar. Ellos fueron claves para esos $4.000 millones que faltaban, además de una banca de inversión, que es Inverlink, para crear un modelo de sostenibilidad y darle la vuelta al negocio, porque tenemos un problema reputacional muy grande.

¿Cuál es el monto que se recibirá por parte de la Alcaldía?

El acuerdo no habla de plata, se autoriza al Alcalde para participar en Maloka y dar voto favorable a los recursos que lleguen, cuando se hagan los ajustes al presupuesto. Hay un punto clave para mejorar el acceso a la población vulnerable. Por taquilla, se ha atendido a 28% de esta población y el compromiso es atender a muchos más.

¿Y qué se va a hacer con los recursos completos?

Vamos a renovar la casa con regalías. Vamos a mejorar experiencias y a tener una Maloka nueva a finales de 2018, con espacios itinerantes. Parte del negocio es que no todo sea en el centro interactivo: nos vamos a desplazar a colegios, al departamento. También vamos a tener un laboratorio móvil que haremos.

¿Se construirán nuevas áreas?

Tendremos 10 laboratorios nuevos de aprendizaje, para mejorar la capacidad de seducir a los públicos y para que la gente no venga solo cuando está en el colegio, sino que siempre tenga excusa para visitar Maloka.

¿Cuál es el pasivo actual?

¿A cuánto ascienden los ingresos de Maloka?

El año pasado cerramos con $9.400 millones de ingresos, compuestos de varias líneas como es la taquilla, y otras unidades como las experiencias itinerantes, los proyectos y las alianzas empresariales; además de otros, como parqueadero, restaurante y tiendas. Muchas de estas cosas se van a modernizar.

¿Y cuáles son los costos de operación?

Maloka venía mensualmente acumulando déficit de $500 millones, pero somos deficitarios desde el segundo año. Son múltiples variables, como la obsolescencia y la falta de inversión, que nos hizo perder el encanto y bajar ingresos, además de una estructura pesada.

¿Cuánta gente visita el museo actualmente?

El año pasado recibimos 390.000 visitantes. Quiero hacer crecer el número, pero no soy agresiva en decir que el año entrante, porque la transformación va a ser en ese periodo y estará a finales de 2018. Nuestro plan de negocios plantea que a 2021 estaremos en el punto de equilibrio, y que podemos lograr 600.000 visitas en taquilla.