Con pago de $627.000 millones a bancos, aún queda una deuda de $1,24 billones en Ruta del Sol 2

El escándalo de corrupción de Odebrecht en Colombia y los turbulentos episodios por los que ha atravesado el proyecto Ruta del Sol 2 aún están muy lejos de ser olvidados, no solo por las afectaciones a los colombianos, sino también por las altas deudas que aún enfrentan las empresas implicadas y la Nación.

Tras pagar un poco más de $1,34 billones en obligaciones a contratistas, proveedores y acreedores, hoy la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) autorizó un segundo pago por $627.000 millones a siete bancos que están en el proyecto, situación que si bien da un claro mensaje de confianza a la banca nacional, abre la puerta para analizar otras variables: los $1,24 billones que aún se tiene en deudas, la continuidad de las obras y la terminación del proyecto.

El ambicioso programa vial que ya completa un poco más de 20 años desde su planeación, podría destrabarse ahora que el Gobierno Nacional continúa enfocando sus esfuerzos para reactivar los proyectos de infraestructura más importantes del país.

Así lo explicó Ángela María Orozco, ministra de Transporte, quien destacó que, en cumplimiento con el numeral cuarto de las medidas cautelares expedidas por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca el 14 de septiembre de 2017, esta transferencia se hacía para fortalecer la confianza y estabilizar al sector.

Los más de $600.000 millones anunciados por esa cartera serán girados a las entidades financieras que conforman el Grupo Aval (Popular, Bogotá, Occidente, Av Villas) y también a Itaú, Davivienda y Bancolombia.

De acuerdo con ese despacho, el valor de cada uno de las transferencias quedará así: $44.114 millones para el Banco Popular; $184.360 millones para el Banco de Bogotá; $58.435 millones para el Occidente; $20.414 millones para Av Villas; $50.275 millones para Itaú; $101.240 millones para Davivienda; y, finalmente, $168.678 millones para Bancolombia.

“Se trata de un giro a los bancos financiadores del proyecto, con cargo a las obras y actividades ejecutadas por la Concesionaria Ruta del Sol S.A.S, que están incluidas dentro del objetivo del contrato de concesión y que representan un beneficio para el Estado”. Ese es uno de los apartados que se puede leer en el memorando que dio a conocer la ANI.

Para el presidente de esa entidad, Louis Francois Kleyn, el giro a las entidades financieras será un abono a capital. “La deuda inicialmente ascendía a $2,36 billones (que eran los créditos otorgados por los bancos en desembolsos de 2010 y 2014), pero con este pago la deuda final es de $1,24 billones después de aplicar este pago a capital”.

Se espera que este año el Gobierno Nacional abra una nueva licitación para terminar lo incluso. De hecho, si bien aún no están los tiempos establecidos (teniendo en cuenta que se podría demorar hasta 12 meses estructurar el proyecto), la obra terminaría en cuatro o cinco años. “Esta situación dejaría, de entrada, un retraso aproximado de 10 años”, dijo Kleyn.

A esto se suma que el año pasado el Invías entregó cinco contratos para la construcción, mantenimiento y rehabilitación de ese tramo (Ruta del Sol 2).

Las trabas y demoras que se han presentado en el proyecto

El escándalo de las coimas que entregó Odebrecht en Colombia para recibir contratos de estas vías no es el único factor que ha provocado trabas y demoras en la terminación del proyecto. De hecho, este viacrucis data desde casi 10 años cuando en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez declaró la importancia de un proyecto vial que conectara, de inicio, a Bogotá con la Costa Atlántica.

De acuerdo a la información de la ANI, el segundo sector de la Ruta del Sol 2 fue inicialmente una concesión en la que participó Odebrecht, con 62%; Grupo Aval (a través de Corficolombiana y Episol) con 33%, y Css Constructores (Grupo Solarte) con 5%.

Sin embargo, fue en 2012 cuando surgieron los primeros problemas al darse cambios en los trazados de las rutas. A esto se suma, además, que en 2014 se modificó el contrato para incluir la construcción, rehabilitación y mejora de 82 kilómetros de la vía Transversal Río de Oro-Aguaclara-Gamarra, situación que, según varias versiones de la Fiscalía, desencadenó los primeros escándalos de corrupción de ese proyecto.

Se espera por ahora que el gobierno Duque resuelva el problema y se dé una clara viabilidad a las obras. Así, de llegar a terminarse, los 578 kilómetros previstos unirían el municipio de Puerto Salgar, Cundinamarca, hasta el municipio de San Roque, Cesar.