El artista colombiano Óscar Murillo (1986) oriundo de La Paila (Valle del Cauca), pero que vive desde hace casi dos décadas en Londres, se propuso poner a prueba a Nueva York, la ciudad donde todo es posible, instalando en una moderna galería de arte de Manhattan la fábrica de bombones de su pueblo natal. El artista busca “abrir una reflexión sobre comercio, globalización, relaciones individuales, orígenes e inmigración”.