Los retrasos en las entregas de la doble calzada entre Bogotá y Girardot más que sorpresas, reafirman la mala imagen que tienen los ingenieros, así solo sea una minoría la incumplida. Este proyecto reúne todos los males de las concesiones viales: contratistas corruptos (Grupo Nule), líos prediales, ambientales, incumplimientos, redes de servicios y enfrentamientos legales con el Estado. ¿Será que sí se termina este año?