Llamó la atención durante la reunión de los Presidentes de la Cámara de Comercio realizada en Villa de Leyva el pasado fin de semana, que los directivos gremiales le hicieran un regalo al superintendente de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo, y que este lo aceptara sin miramientos, pues por códigos éticos ningún funcionario de control y vigilancia puede recibir detalles de las entidades que están bajo su lupa y control.