El corazón financiero de Bogotá colapsó ayer y no debido a que en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) se viviera un día caótico por culpa de los corredores. La ley de la selva imperó en ese sector de la capital debido a que entre la carrera séptima y la carrera 15, con calle 72, hubo un daño en la red de semaforización que impidió el tránsito de particulares y vehículos de servicio público, quienes tuvieron que cometer varias imprudencias para salir de esta zona.