No se trata de que las compañías deban pagar los $35.000 millones que costaron las elecciones del domingo ni mucho menos. Pero lo que sí deben asumir son los días compensatorios que pedirán los jurados que asistieron. Entonces nos debemos preguntar, ¿cuánto pierden las empresas reponiendo estos compensatorios?, porque no nos cabe duda de que fue un día perdido para todos los jurados, que al parecer, solo los despertó el temblor.