Aunque los importadores de carros presentes en el Salón del Automóvil en Corferias aseguraron que se vieron obligados a ajustar el precio de los modelos por el alza del dólar, la marca coreana Kia se apretó el cinturón y ordenó que ese incremento de $300 que se ha registrado en el año no se trasladara al consumidor final durante la feria de vehículos. Hasta el mismo presidente de la firma, Iván Peña, reconoció que fue una tarea difícil.