jueves, 21 de enero de 2016

Laura Daniela Lagos de 15 años y Dayana Buitrago Alvarado de 18, eran compañeras de colegio, cursaban once grado y los familiares de la primera estaban seguros de que eran las mejores amigas. Es increíble que en Colombia estén surgiendo estos monstruos juveniles, que a sus tan solo 18 años agrede a su mejor amiga dañándole su vida tanto física como psicológica, con la barbarie de quemarla en su rostro con ácido.El caso de estas dos niñas, debería tener un profundo estudio psicológico que determine que está pasando con nuestros jóvenes que toman la decisión de destruir la vida de sus amigos sin pensar en otras opciones. 

Por esto, el lunes pasado  18 de enero el presidente Juan Manuel Santos en la Casa de Nariño, promulgó la Ley 1773, estando a su lado Natalia Ponce, herida con ácido en marzo de 2014, así como Gina Potes, una de las primeras mujeres en Colombia que fue capaz de sacar su historia de agresión a la luz pública. Ya el Congreso de la República había aprobado la Ley 1639 de 2013, que sancionaba penalmente los ataques con ácido, pero fue necesario aprobar una nueva ley ya que muchos colombianos testigos presenciales y sujetos pasivos de las más disímiles formas de violencia, ahora son víctimas de un flagelo perverso y atentatorio de todos y cada uno de sus derechos, como son las quemaduras con ácido.

Aunque los ataques también se dan contra los hombres, las mujeres como Laura Daniela Lagos son las más afectadas por éste tipo de agresiones, pues “Cada minuto seis mujeres colombianas son víctimas de algún tipo de violencia y tres son asesinadas cada mes”, según cifras del Centro de Información del Sistema de Naciones Unidas Cinu. La gravedad de las denuncias ha tenido repercusión internacional, pues incluso el Washington Post publicó un artículo de primera plana el 3 de agosto de 2012, resaltando la barbarie de los ataques con ácido en Colombia.Según el Presidente Santos, en los últimos seis años 628 personas han sido víctimas de ataques con agentes químicos, cifras que ubican a Colombia como uno de los países en donde más se presentan este tipo de agresiones. 

Como ya lo comenté, el Gobierno contaba con la Ley 1639 de 2013, que establecía un techo de 10 años de prisión para los agresores y que imponía multas hasta 54 salarios mínimos. Con las modificaciones de la nueva Ley 1773, un agresor podrá pagar hasta 50 años de cárcel. La ley establece, además, que en caso de que la conducta sea cometida con sevicia, los agresores no gozarán de suspensión de la ejecución de la pena o prisión domiciliaria. 

La ley también incluye sanciones para los productores y traficantes de agentes químicos, que actualmente existen penas de prisión que van desde los 48 hasta los 144 meses. Recordemos que el Invima es la entidad encargada de monitorear la comercialización de agentes químicos en el país, a la fecha hay más de 1.400 establecimientos inscritos que han reportado cerca de 255.000 ventas, registro que permite tener una trazabilidad de la venta. En conclusión, esperamos que con la Ley 1773 de 2016, se castigue  severamente a todos los agresores de esta barbarie de los ataques con ácido, que nos debe hacer pensar en el salvajismo del país en que vivimos.