Agregue a sus temas de interés

Agregue a sus temas de interés Cerrar

miércoles, 16 de agosto de 2017

La propuesta hace referencia a funciones que se contraponen y contrarían la regulación de la Organización Mundial del Comercio

A comienzos de agosto, el partido demócrata de Estados Unidos presentó una propuesta de políticas titulada “A Better Deal on Trade & Jobs” - un mejor acuerdo en comercio y empleo. Con esta propuesta, el partido demócrata parece subirse al tren del proteccionismo y preocupa su irreverencia frente a las instituciones y regímenes internacionales como lo es la OMC.

Según se indica en la misma propuesta, esta se fundamenta en la presunta necesidad de nivelar el campo de juego para los trabajadores estadounidenses frente a otras jurisdicciones, de tal forma que no se vean afectados por reducciones de salarios y de protecciones laborales.

Aunque el fin de esta propuesta puede ser correcto, algunas de las soluciones que propone este documento crean preocupación frente al cumplimiento de normas internacionales de comercio, en particular frente al régimen OMC.

Esta propuesta plantea implementar siete programas, de los cuales me referiré especialmente a uno de ellos: la creación de un “Independent Trade Prosecutor” - una figura que buscaría fiscalizar prácticas comerciales implementadas por otros países.

Entre otras cosas, la implementación de esta figura buscaría (i) fortalecer el sistema de cumplimiento comercial independientemente de las restricciones en OMC; (ii) si se encuentra que las prácticas de otros países son violatorias y no acceden a eliminar tales prácticas, imponer medidas retaliatorias en la forma de restricciones de acceso al mercado de EE.UU. sin la autorización de la OMC; (iii) revisión de decisiones de la OMC que impacten las leyes de cumplimiento de comercio de EE.UU.

Como se desprende particularmente de los puntos indicados antes, la propuesta hace referencia explícita a funciones que se contraponen y contrarían la regulación de la OMC. En particular, cuando se hace mención a la función de fortalecer el sistema de cumplimiento comercial ‘independientemente de las restricciones en OMC’ y de imponer medidas retaliatorias ‘sin la autorización de la OMC’, la propuesta sugiere funciones que serían contrarias a los acuerdos de la OMC, como lo es el entendimiento de solución de diferencias (“ESD”). Bajo la regulación OMC, no está permitido que un Miembro adopte medidas de retaliación contra ningún otro Miembro, salvo que sea autorizado por el órgano de solución de diferencias de la Organización, mediante el proceso establecido en el ESD. Sin embargo, de manera clara, la propuesta busca que esta nueva figura pueda adoptar medidas retaliatorias sin seguir el proceso establecido en OMC, contrariando así su regulación, y seguramente provocando una guerra comercial con su contraparte.

De la misma manera, en relación con la función de revisar las decisiones de la OMC, se establece que esta nueva figura determinaría hasta qué punto EE.UU. debe cumplir con una decisión particular. Tal como se establece en la regulación internacional, las decisiones proferidas en el marco del mecanismo de solución de diferencias de la OMC son de obligatorio cumplimiento para las partes. Es contrario al régimen, y por lo tanto sujeto de medidas retaliatorias, el no cumplimiento con una de estas decisiones.

Estos son apenas algunos ejemplos de cómo, mediante esta propuesta, el partido demócrata de EE.UU. parece adoptar una visión proteccionista al comercio internacional. Es preocupante que no solo el Presidente de EE.UU. - miembro del partido republicano - tenga esta visión, sino que ahora la compartan los dos partidos políticos más grandes de EE.UU.