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jueves, 12 de marzo de 2015

El comercio exterior está mediado por la tensión que se presenta en las aduanas entre las autoridades y los empresarios. Mientras que, la relación entre las autoridades aduaneras y las empresas que se enfrentan se basa en la desconfianza. 

Con la Implementación del régimen de los Operadores Económicos Autorizados (OEAs) se logra una alianza entre el sector público y el privado. 

La implementación del OEA genera confianza entre las partes. La relación que antes se basaba en la tensión y la desconfianza se convierte en una alianza para lograr los mismos objetivos.

Las autoridades quieren controlar el paso de las mercancías. Es una posición legítima, pues el ingreso o salida de mercancías del país expone al Estado a actividades ilegales como contrabando y narcotráfico. 

Incluso es más grave la posibilidad de que por las aduanas ingresen mercancías que pongan en riesgo a las personas o al medio ambiente. El control aduanero es una garantía para la seguridad del Estado y un deber de los estados. 

En Colombia este interés en el control aduanero se ve reforzado por la circunstancia de que la misma autoridad que regula las aduanas es la que recauda impuestos: la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN).

A la DIAN nunca la evalúan con respecto al valor de las importaciones o exportaciones. A la DIAN solo la miden por su capacidad de recaudar impuestos. 

Por estos motivos la entidad ve al comercio exterior como otra oportunidad de aumentar el monto de los recaudos. Parece no importarle mucho la facilitación del comercio exterior. Al fin de cuentas, su función principal no es la de facilitar el comercio exterior sino generar ingresos públicos.

Por otro lado, los empresarios quieren producir, almacenar, transportar, comercializar y distribuir ágilmente sus productos para reducir tiempos de entrega y como consecuencia de esto, reducir sus costos de transporte y logística. 

La posición de los empresarios es igualmente legítima, pues las empresas deben cuidar que sus gastos no se eleven para que sus operaciones comerciales generen utilidades.

Esta tensión entre empresas y autoridades aduanaras se acaba con la introducción del OEA. 

Un OEA es la persona natural o jurídica establecida en el país, la cual hace parte de una cadena de suministro internacional y sus actividades son reguladas por la ley aduanera o es vigilada y controlada por: (i) la Superintendencia de Puertos y Transporte, (ii) la Dirección General Marítima o (iii) la Aeronáutica Civil, además que cumple con los requisitos establecidos en el decreto 3568 de 2011 para garantizar operaciones de comercio exterior seguras y que recibe la autorización de la DIAN.

El programa del OEA ha sido un gran éxito de la OMA, teniendo en cuenta que 168, de 179 miembros, se han comprometido a implementarlos. Es importante recordar que en Colombia hace parte de la OMA desde el 2008.

Obtener la autorización como OEA es un sello de confianza y el reconocimiento a las buenas prácticas que algunas empresas tienen implementadas. 

Los principales beneficios de obtener la autorización como OEA son: la posibilidad de solicitar devoluciones de saldos a favor más rápidamente y la reducción de garantías y controles exigidos a las operaciones realizadas por estas personas.

Colombia ya cuenta con OEAs, gracias a la decisión de las autoridades de control del Operador Económico Autorizado que otorgaron las cuatro primeras autorizaciones OEA a empresas exportadoras colombianas el pasado 11 de febrero. 

Lo que marca un hito importante en el desarrollo del comercio exterior colombiano y la incorporación de las empresas colombianas en las cadenas logísticas internacionales. 

En la medida de que más empresas alcancen la categoría de OEA, más competitivo será el país y mejor podrá engranarse en las cadenas de producción y en la comercialización internacionales.

El paso siguiente es obtener acuerdos de reconocimiento mutuo para que la condición de OEA otorgada en Colombia sea reconocida por autoridades aduaneras en otros países. 

De esta manera se evitarían los controles dobles, y se lograría la estandarización y reducción de procedimientos potencializando los beneficios de ser OEA. 

Es especialmente importante avanzar rápidamente en el establecimiento de estos acuerdos de reconocimiento mutuo con los principales socios comerciales del país, incluidos los miembros de la Alianza del Pacífico.