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  • Andrea Mancera Rojas

jueves, 4 de abril de 2013

Una de las marcas de licores más reconocidas en Colombia, está a punto de perderse. Se trata de Tapa Roja, uno de los productos de la Fábrica de Licores del Tolima.

Por un lado, el nombre se encuentra inmerso en un pleito ante el Consejo de Estado, en el cual, la empresa tolimense demandó a la Superintendencia de Industria y Comercio-SIC, por denegar los derechos. Y por el otro, la situación del Consorcio Tolima, que tiene la concesión de distribución del aguardiente Tapa Roja y demás productos de la Fábrica de Licores del Tolima, se ha vuelto  insostenible para el Departamento.  

La marca

En cuanto al lío de marca, los hechos se fundamentan en que la Fábrica de Licores del Tolima solicitó el 25 de febrero de 1998 el registro de la marca Tapa Roja (mixta) para distinguir los productos de la Clase 33. La División de Signos Distintivos de la SIC denegó el registro solicitado, por considerar que se encuentra incurso en la causal de irregistrabilidad, ya que Carlos Augusto Castro figuraba como propietario de la marca. Después de esto, la Fábrica de Licores interpuso recurso de reposición y en subsidio de apelación, sin embargo, la entidad de control confirmó las decisiones tomadas. Por lo tanto, la tolimense presentó una demanda el 12 de septiembre de 2003 contra la SIC, la cual fue admitida por el Consejo de Estado.

La demandante afirma que el 21 de febrero de 2002 se pidió la cancelación por no uso de tal registro, petición que fue aceptada. Contra tal decisión, Castro interpuso los recursos de vía gubernativa, sin que al momento de la interposición de la demanda hubiesen sido resueltos. “No obstante, pese a que con posterioridad a esa fecha la sociedad Fábrica de Licores de Tolima solicitó el registro del signo Tapa Roja (mixto) en la misma clase, la SIC adoptó la decisión de no concederla, habida cuenta de la existencia del registro del señor Castro Restrepo, sin percatarse que ya se había emitido un acto administrativo en el sentido de cancelar por no uso este registro, y que no se encontraba en firme al no haberse decidido los recursos de apelación y reposición interpuestos por el afectado”.

Para la actora, se debió suspender el trámite del registro solicitado por ella, hasta tanto no se decidiera si la cancelación por no uso del registro marcario concedido a favor de Castro quedaba en firme. Indicó que la marca Tapa Roja (mixta) poseía todos los elementos de registrabilidad.Por ahora, la decisión se encuentra en manos del Alto Tribunal, quien definirá si ordena a la Superindustria, la revocatoria de las resoluciones.

Comercialización
Además del pleito marcario, está el hecho de que el incumplimiento de cuotas y el embodegamiento del contratista ha generado una dura crisis en la factoría.

En un debate realizado el miércoles en la Asamblea para tratar el tema, la gerente de la licorera Blanca Amanda Manrique, anunció la decisión de terminar el contrato de forma unilateral con el Consorcio Tolima. “La fábrica decidió acabar el contrato por incumplimiento del consorcio y se hizo efectiva la garantía bancaria que terminaba el 27 de marzo”, indicó Manrique. La funcionaria señaló en su informe que desde el año pasado el distribuidor manifestó no comprar una botella más. “Hizo facturar en diciembre y después dijo no compro, entonces está incurriendo en más incumplimiento”, precisó. Aunque el Consorcio Tolima argumentó desequilibrio contractual, Manrique aseguró que la licorera hizo el análisis de los documentos entregados por ellos y en concepto de la financiera había utilidades operacionales.

Ventas
Según las cifras entregadas por la gerente de la licorera, mientras en 2011 las ventas estuvieron por encima de los $8.000 millones, en 2012 los ingresos totales cayeron a $4.866 millones. “Las ventas fueron casi un 50% de lo proyectado y por eso la situación en la que se encuentra la fábrica en este momento”, indicó Blanca Amanda Manrique. También dijo que en el ejercicio 2012 la utilidad que se tuvo fue escasamente de $10 millones, contra $686 millones en 2011, cuando hubo más venta y además porque se reflejan los ingresos por rentabilidad financiera de bono pensional y los fondos que la empresa tiene en la fiducia en cumplimiento de la Ley 550.

Apertura de fronteras
Al hacer alusión al convenio nteradministrativo 4905 firmado en mayo 17 de 2005, el cual fue prorrogado en 2010 hasta el 16 de mayo de 2015, Manrique señaló que en contraste con el declive del aguardiente Tapa Roja en los últimos años, el comportamiento de las ventas del aguardiente Néctar de la Fábrica de Licores de Cundinamarca ha tenido un incremento año a año.Sin embargo, destacó que en 2008 cuando se firmó el contrato de concesión para la distribución de licores, el Consorcio Tolima ya sabía cómo iba a ser el comportamiento con la apertura de fronteras.

La Gerente enfatizó que si bien por la apertura disminuyeron las ventas, el consorcio tenía la obligatoriedad de realizar unas compras y al no hacerlo se ahondó la crisis. Explicó que en 2009 cuando arrancó el contrato, la cuota pactada era 1.400.000 unidades y se vendieron 68.000 más. En 2010 fueron proyectadas 1.435.000 unidades y se comercializaron 1.500.000. Pero en 2011 la cuota establecida se disminuyó en 320.000 unidades debido a una concesión especial dada al consorcio y por eso aparecen proyectadas 1.150.000 botellas y vendiendo más. En 2012 es cuando se refleja el mayor bajón, pues del millón 484 mil unidades previstas, solamente se vendieron 706.000 unidades.Blanca Amanda Manrique resaltó que el Aguardiente 24, que fue presentado por la Fábrica de Licores del Tolima en noviembre de 2011 para competirle como apertivo o licor de aguardiente a Néctar Club y equipararse en su precio, no ha funcionado. Al respecto dijo que en el estudio contratado con la firma Yanhaas se encontró que en el mercado no existe el Tapa Roja 24 haciendo presencia y la gente lo compara con el Tapa Roja tradicional y el Tapa Roja Especial, diciendo que es más costoso y que el sabor es diferente. “Claro, porque el Tapa Roja tiene 29 grados de alcohol y el otro 24”, anotó. La Gerente de la Licorera agregó que no es claro que si el distribuidor está embodegado, no haya producto en el mercado.

Reposicionamiento

Manrique señaló que dentro de las estrategias para recuperar el mercado, su gerencia trabaja en un fortalecimiento comercial de la fábrica, el reposicionamiento de la marca Tapa Roja, la apertura de nuevos mercados y garantizó que la licorera no será cerrada.“Estamos trabajando porque esta empresa sea viable, no vamos a acabar con la Fábrica de Licores del Tolima y para eso vamos a mejorar la distribución por zonas y fortalecer las políticas internas en procesos administrativos y operativos”, sostuvo.

Indicó que ya se tienen los estudios previos y los pliegos están listos para hacer la convocatoria la próxima semana, y entrar a contratar los distribuidores por zonas. Resaltó que para sacar adelante la fábrica también se debe mirar la parte financiera y consideró que es perfectamente posible una reestructuración que permita manejar unos precios más competitivos en el mercado. “Por ejemplo, podemos decir que del costo del producto de la fábrica, más o menos un 60% de ese costo corresponde a costos de ley 550”, añadió.

Ley 550
Manrique aseguró que la Fábrica de Licores del Tolima ha venido cumpliendo perfectamente la Ley 550, pues los diferentes fondos están al día con suficientes recursos. Especificó que a 31 de diciembre de 2012 la deuda que tiene la licorera es por $2.157 millones, de los cuales el mayor acreedor es el Departamento y luego Escobar y Arias con $799 millones por laudos arbitrales y como acreedor. Además, los pensionados y por eso en este momento se tiene un cdt de bono pensional por $4.200 millones que renta al año aproximadamente $250 millones. “El cálculo actuarial hecho el año pasado da $4.134 millones, es decir, tenemos mucho más de lo que corresponde a ese cálculo actuarial”, precisó.

Consorcio Tolima

La gerente de la comercializadora Consorcio Tolima, Ana Lucía Salazar, aceptó el incumplimiento y afirmó que desde diciembre manifestaron voluntad de terminar el contrato de común acuerdo. Para la empresaria, las condiciones que hoy tiene el mercado son muy distintas a las que tenían cuando iniciaron el contrato y los presupuestos establecidos para la compra a la fábrica no son reales. Dijo también que no quieren llegar a pleito.

Recalcó la apertura de fronteras, con Néctar Club de Cundinamarca que en Ibagué tiene buena parte del mercado. En cuanto al embodegamiento, dijo que en este momento tienen 18.000 cajas que suman $4.000 millones, pero en mayo tuvieron 42.000 cajas que son $10.000 millones.

La diputada María Estella Vásquez Baracaldo, citante del debate, dijo que en la Fábrica de Licores del Tolima lo que ha ocurrido es un problema de ineficiencia en el manejo del mercadeo.

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