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  • Germán Corcho Tróchez

lunes, 26 de agosto de 2013

Las fronteras nacionales, que por años se creyeron distancias inacortables y hoy la tecnología las ha reducido a solo cuestión de segundos, son el símil que ilustra lo que también ha ocurrido con los sistemas jurídicos de cada país y sus agentes. En esto, Colombia no es una excepción y la evidencia es que han llegado bufetes extranjeros a disputar el mercado de las asesorías con las tradicionales firmas locales.

Y no es tanto que hayan irrumpido, sino que varias se han posicionado. La publicación Latin Lawyers recomienda a tres conglomerados jurídicos: Baker & Mckenzie, una de las primeras que arribó y tiene presencia desde hace más de 50 años; Norton Rose Fulbright y Holland & Knight. Mas no son las únicas. Expertos consultados por LR, entre catedráticos y juristas, añaden a la lista a Lead Legal Advisors, y las españolas Carrigues y Cremades & Calvo - Sotelo.
 
Garrigues, por ejemplo, abrió en junio pasado su oficina en Bogotá, como parte de su estrategia de expansión en Latinoamérica. Javier Ybáñez, el socio responsable para esta región, asegura que próximamente tendrán oficinas en Perú y México, además de la que ya tienen en Sao Paulo, Brasil. “Nos fijamos en Colombia por su dinámica empresarial y sus perspectivas de crecimiento”.
 
Plaza en crecimiento
 
El portafolio de servicios de la ibérica incluye fusiones y adquisiciones, contratación mercantil, derecho societario, bancario, financiero, de seguros, del mercado de valores y de otros sectores regulados. Y, aunque por políticas internas no menciona a sus clientes, Ybáñez indica que son “tanto nacionales como internacionales”. 
 
Teniendo  en cuenta lo anterior, es decir las áreas que cubre por ejemplo Carrigues y en las que las firmas colombianas explotan su capacidad profesional, es fácil hacerse a una idea de por qué Colombia se ha vuelto una plaza interesante en materia legal. 
 
Enrique Gómez Pinzón, socio Holland & Knight - Colombia, firma que desde hace más de tres décadas trabaja con clientes colombianos en Estados Unidos y viceversa, también resalta el buen momento del escenario económico al que llegaron. 
 
“Mantiene un crecimiento por encima de la media regional y mundial, se ha convertido en una razón de peso para que cada vez más empresas extranjeras inviertan, y para que las compañías colombianas empiecen un ambicioso plan de expansión en el exterior”. 
 
Gómez cuenta  que, en el caso de Holland & Knight, para que la firma abriera en mayo del año pasado su primera oficina de América del Sur, en Colombia, fueron determinantes dos razones. “El incremento de la demanda de sus servicios por parte de clientes existentes, así como los factores macroeconómicos antes mencionados”. 
 
Competencia a la par
 
Los expertos consultados por LR citan como las grandes apuestas de las asesorías los asuntos de inversión extranjera, que incluye los cuantiosos contratos de infraestructura; marcas y patentes, impuestos, derecho cambiario, minas y petróleos, empresas de familia y arbitraje.
 
“Definitivamente, han venido trabajando mucho en minería y petróleo. Ha habido un ‘boom’ desde más o menos cinco o seis años, pero hay una crisis ahora en el sector, porque las mineras se están yendo a raíz de lo difícil que se ha vuelto obtener permisos y licenciamientos”, sostiene el decano de Política y Relaciones Internacionales de una universidad de Bogotá, quien pidió no ser citado. 
 
El especialista sostiene sin embargo que las únicas diferencias y, tal vez ventajas, que pueden tener los grupos jurídicos foráneos es su capacidad económica e infraestructura. “Pero igual considero que las firmas locales podrían ofrecer mejores servicios. Las internacionales, igual, contratan abogados colombianos. Por eso, la diferencia no es tan grande”. 
 
 Ricardo Abello Galvis, profesor de derecho internacional de la Universidad del Rosario, se muestra de acuerdo con que, a excepción de Baker & Mckenzie,  los bufetes tradicionales del país no están en desventaja con sus competidores foráneos: ni en calidad de oferta, ni en volumen de negocios al año, ni en facturación. 
 
“Fíjese que dentro de las cinco más grandes firmas en Colombia sólo hay una extranjera: Baker & Mckenzie. Las otras son Brigard & Urrutia, Posa Herrera, Cavelier, y Cárdenas y Cárdenas”. 
 
Respecto de la competencia colombiana, Gómez Pinzón reconoce que hay competidores altamente calificados y preparados, sin que a su juicio hayan deslealtades. “Consideramos que la competencia siempre es bien recibida pues permite subir los estándares de calidad en el mercado y de servicio al cliente. Lo cierto es que con nuestra llegada, así como la de más firmas internacionales a Colombia, el mayor beneficiado siempre será el consumidor”.
 
Ybáñez, a su turno, puntualiza en que el mercado legal en Colombia está bastante desarrollado. “Hay firmas muy buenas que están plenamente capacitadas para competir, y creemos que son muy  buenas”. Voceros de Baker & Mckenzie consideran, por el contrario, que algunos conglomerados nacionales sí podrían estar en inferioridad con aquella firmas extranjeras que tengan presencia regional y global, vínculos consolidados con grandes empresas multinacionales y una alta capacidad de inversión en talento y desarrollo de negocios.
 
El docente Abello, no obstante, cree que en los próximos años la tendencia será a que haya fusiones o bufetes mixtos. “Veo mal a una firma extranjera entrando sola al país. Creo más bien que entraría con una de las existentes y consolidadas”. 
 
Sí hay espacio para más
 
Como Baker & Mckenzie, que  apunta a que “poco a poco vendrán más”, Javier Ybáñez, mánager en Latinoamérica de Carrigues, está convencido de que sí hay cabida para que otras transnacionales del Derecho entren a competir y aportar al mercado colombiano. 
 
Algo que no será ajeno para el país si la inversión extranjera sigue subiendo como lo ha venido haciendo. 
 
“Que haya más o no, no depende de nosotros, pero sí que hay y habrán asuntos en el futuro, como proyectos de desarrollo de infraestructuras muy ambiciosos, fusiones y adquisiciones, que pueden desarrollarse más. Vemos capacidad en Colombia para más firmas”. 
 

Las opiniones

Enrique Gómez Pinzón
Socio Holland & Knight Colombia 
“Colombia cuenta con abogados altamente calificados y de muy buena calidad. La competencia es fuerte entre las firmas, pero sigue siendo muy leal. Consideramos que la competencia siempre es bien recibida, pues permite subir los estándares de calidad”.
 
Javier Ybáñez
Mánager de Garrigues en Latinoamérica
“El abogado colombiano tiene una formación magnífica. De hecho, varios han trabajado en nuestras oficinas de España en la última década e integrarán nuestro proyecto en Latinoamérica. Confiamos su capacidad para asesorar a nuestros clientes”.
 
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