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viernes, 12 de abril de 2013

El senador Armando Benedetti respondió sobre la agenda legislativa y lo que piensa de la manera como se manejan los temas en el Congreso de la República.

JHP: Esta semana que termina ha sido muy polémica en el Congreso y en los medios de comunicación por la tensa reunión que tuvieron con el Presidente, siendo su partido.

Armando Benedetti: Empecemos desde el principio. ¿Usted recuerda cuando hubo asamblea del partido de la U, cómo llamaron a Uribe, le chiflaron al presidente Santos en la mañana y en la tarde lo aplaudieron? Eso se lo digo para explicarle que el partido de la U cada vez que han atacado al presidente en público siempre lo ha dejado solo.

Únicamente hay dos partidos que lo defienden, entre esos el partido Liberal. Usted recuerda que cuando designaron a Gina Parody como directora del Sena, el presidente del Senado salió a decir que porque no se lo daban a él y ya la copa rebosó el vaso, porque según me informan los comensales que estaban en la reunión, tuvieron la peor historia de las reuniones políticas de los últimos 15 años.

En la reunión el señor Roy Barreras dice que los ministros se deben salir y el presidente dice “si ellos se van yo me salgo”. Después empezaron a buscar por qué había retraso en los convenios que hace la nación con los alcaldes, se habló del por qué los senadores no confeccionaban las listas pensando en reelección y en hacer política.

El presidente dijo “esto es un delito, usted no me puede poner a mi a decir estas cosas”. También se habló de que los ministros de la U no representaban a la U pero que los del partido Liberal y Conservador sí. Todo esto tiene que ver con la elegancia y el tratamiento con que se dicen las cosas puesto que se está frente a la investidura del presidente de la República.

JHP: Al día siguiente usted tuvo una discusión en W Radio con el senador Roy Barreras. ¿Qué tanto poder tiene el Senador en el Congreso? Porque desde afuera ostenta ser una persona muy poderosa.
AB: Esa es una pregunta inteligente y exacta. El senador Roy Barreras sabe que no tiene ese poder y por eso se ufana de usar ese poder. El que tiene el poder nunca lo usa. El que tiene plata no quiere mostrarla. Como no tiene el poder lo único que ha hecho todo el tiempo es mostrarle los dientes al gobierno y de forma mediática.

JHP: Se dice incluso que hay varios problemas para el cruce de la agenda legislativa en el Senado de la República. ¿Cómo ve usted el panorama en los pocos días que tienen y sí muchos proyectos?
AB: Los proyectos importantes son el código penitenciario que fue por Cámara, reglamentación del foro militar del cual yo soy ponente, y la salud. Pero el de la salud se está volviendo agobiante, se ha posicionado como el primer problema para los colombianos.
Ya sabemos cuales son los problemas y las soluciones pero no quieren enviar el mensaje de auxilio al gobierno para transar un tema que es importante.

JHP: Hay cuestionamientos no solo de Barreras sino de otros congresistas que tienen manejo en las regiones con las entidades que atienden al usuario de la salud. ¿Qué tan cierto es? ¿Qué manejo político hay?
AB: Vamos a decir la verdad. El modelo de salud fracasó y necesita una reingeniería. Fracasó después de que funcionó bien por la cantidad de problemas, pero vamos a decir otra gran verdad: buena parte de que la salud esté reventada es por culpa de los políticos regionales y otros que tienen que ver con el sector, en complicidad con el ejecutivo que se presta para dar ese tipo de espacios.
Este gobierno del presidente Juan Manuel Santos, hasta donde yo sé, recuperó esos espacios, recuperó Caprecom, la Superintendencia de Salud, el Ministerio de Salud y tiene clarísimo que tiene que apoderarse de ese tema haciendo una reforma a la salud donde el Congreso se está negando.

JHP: Hablemos ahora en términos económicos. ¿Qué costo político y económico tiene el trámite de un proyecto como el que se menciona? ¿Cuánto le puede costar en términos de horas, sueño, lágrimas y dinero al Gobierno Nacional, para que al final quede aprobado como se quiere?
AB: Si usted revisa algunos regímenes parlamentarios como Alemania, Inglaterra, España, encuentra que a ciertos partidos le dan la responsabilidad de ciertas políticas sociales. Algunos se encargan de la salud, de la comunicación, y si alguno de esos temas sale mal el partido paga esos temas políticos.
Aquí eso no sucede, aquí viene un especie de menudeo en la cual usted arma unas mayorías, a veces con respaldo de quienes quieren al gobierno, que piensan que con ese proyecto se pueden proyectar a la opinión, pero ese grupo no pasa del 10%. El otro 90% tiene que ayudar a veces con contratación, etc.
Eso es un desgaste para el gobierno, porque si las cosas no salen bien, paga el plato el gobierno y cuando la culpa es del gobierno después se la hecha al Congreso como paso con la reforma a la justicia.

JHP: Usted que estuvo en la presidencia del Senado y está viendo los toros desde la barrera, ¿qué recomendación le daría al senador Barreras para que le funcione el gran trámite que se le viene que no es nada fácil?
AB: Primero que deje de dar ruedas de prensa y se dedique a presidir el Congreso de la República. Yo recuerdo que en una época buena parte del quórum me la hacían los medios. Cualquier persona podía saber si su senador estaba, qué estaba proponiendo, qué votaba, que no votaba y qué sí estaba votando. La vigilancia de muchos medios, ayudo a conformar el quórum. 
Yo le recomiendo a Roy que haga respetar el reglamento. Ahora en los últimos ocho meses ha habido una inasistencia histórica en el Congreso. Usted ve que uno se echa un discurso de la paz, otro de los derechos, hay una especie de circo romano. Lo otro que tiene que hacer es liderar algunos temas: el derecho al matrimonio igualitario que encierra muchas pasiones porque es un tema que tiene que ver con la filosofía de cómo yo concibo al Estado. El 17 de abril cumplimos un mes de abierto el Congreso y no se ha discuto el tema, esto demuestra que el Congreso no representa la pueblo. Roy hace la orden del día de acuerdo al interés del día.

JHP: Por último el tema de la paz, que es la noticia del año si se logra. ¿Cómo ven ustedes el panorama de lo que está pasando en la Habana?
AB: Le voy a decir una frase que se la estoy copiando a Francisco de Roux: el proceso de paz no tiene que ver con las Farc ni con Santos, ni con Uribe, ni la oposición, el proceso de la negociación de paz tiene que ver con que vivamos como seres humanos.
¿Cuál es el problema de que un día nos podamos sentar y vivir como seres humanos? En la segunda guerra mundial hubo 50 millones de muertos, dos generaciones después viven en equidad, la libertad, la paz y resulta que nosotros en vez de montarnos en ese tren nos queremos montar en la época de Hitler, Stalin, Roosevelt. Dicen que el presidente capituló y entregó al país, eso es una payasada porque por primera vez dijeron que van a ser 5 puntos y están haciendo el marco de lo que van hablar en esos 5 puntos para traerlos a discutir al país y llevarlos a consulta popular. No se ha entregado ni pactado nada; para mi la paz es el futuro, la guerra es el pasado. Cuál es el problema ya que vamos tan atrasados, que estamos en el siglo 18, que vivimos en un país rural, retardatario, de cavernícolas, cuál es el problema de saber si manejamos o movemos las estructuras de la sociedad para volver a la armonía y ser un país moderno. A quién se le ocurre que queremos ser un charco de sangre.

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