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jueves, 7 de abril de 2016

Puede identificarse un proceso de constitución de sociedades en Colombia en tres etapas: una previa de preparación, en la que se negocian unos estatutos, se adoptan parámetros para el desarrollo inicial de la sociedad, y en la mayoría de los casos se toman decisiones sobre cómo se administrará la sociedad; una etapa de constitución propiamente dicha, en la que se adelantan los trámites de registro mercantil; y una etapa de inicio de operaciones, en la que se obtiene el registro tributario y cuentas bancarias, y se prepara a la sociedad para recibir los aportes de capital e iniciar operaciones.

Sucede en la práctica que en cada una de las etapas existen algunos requisitos que, en muchas ocasiones, se asimilan a obstáculos que hacen bastante complejo el proceso de constitución. 

Como lo afirma la doctrina, los comerciantes buscan en el régimen de sociedades medidas que permitan la rápida constitución de una sociedad, un manejo relativamente sencillo, y la posibilidad de liquidar la inversión sin costos extraordinarios.

Aun cuando las reformas societarias recientes han hecho un esfuerzo mayúsculo en permitir esos objetivos, creemos que existen puntos por mejorar desde el ámbito administrativo propiamente dicho, que permitirían un proceso de constitución mucho más expedito.

En primer lugar, vale la pena aclarar que es natural y adecuado que el Estado imponga algunas medidas de protección y vigilancia, pero se debe encontrar el balance entre las protecciones mínimas bajo el ordenamiento jurídico y la posibilidad de llevar a cabo negocios en Colombia.

A continuación presentamos algunos ejemplos de trámites que podrían ser mejorados desde el punto de vista administrativo:

En la etapa de preparación, los constituyentes se enfrentan a la determinación de quién será el representante legal, proceso bastante complejo, por ejemplo, por los costos que implica ese cargo de cara a la responsabilidad personal e ilimitada que recae sobre quien lo asume. Una propuesta podría ser la creación de figuras como representantes legales interinos, que tengan una responsabilidad menor y poderes limitados exclusivamente a permitir el proceso de constitución mientras asume el cargo un representante legal en propiedad. 

En la etapa de constitución se requiere de una serie de documentos con presentación personal o legalizaciones. Este tipo de requisitos podría ser revisado, por ejemplo, de cara a permitir la constitución de sociedades por internet, habilitando mecanismos alternativos de conocimiento de los constituyentes que tengan la misma seguridad que los documentos legalizados.

En la etapa de inicio de operaciones se pueden facilitar los mecanismos de apertura de cuenta bancaria y de obtención del RUT: a manera de ejemplo, pueden diseñarse y aprobarse formularios de conocimiento del cliente y de solicitud de productos que permitan aprovechar la información ya consignada en el registro mercantil.

El proceso siempre puede ser mejorado, y una revisión constante del mismo permitiría que muchos más empresarios y emprendedores formalizaran sus negocios.

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