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sábado, 4 de febrero de 2012

Desde el comienzo de su administración, se caracterizó por su valentía y capacidad de gestión para hacerle frente a lo casos más delicados, `pisando callos` a funcionarios que hubieran parecido `intocables`.

El paso de Viviane Morales al frente de la Fiscalía General de la Nación ha tenido como sello la generación de resultados. Sin embargo, no solo ha dado de qué hablar por sus valerosas decisiones, sino por una situación, que si bien podría considerarse como inscrita dentro de su fuero personal, puede influir en su desempeño y en la toma de decisiones, como el vinculo matrimonial que la une con quien podría ser considerado como un `talón de Aquiles` para su gestión: Carlos Alonso Lucio.Han trascendido las versiones emitidas al respecto tanto por la Fiscal como por el Presidente de la República, Juan Manuel Santos. El Jefe de Estado ha manifestado que, al momento de su nombramiento ante la pregunta de si ella estaba unida en matrimonio a Lucio, Morales la había dicho que no, aunque ella misma ha declarado oficialmente que Santos jamás le hizo pregunta alguna en ese sentido. Otros de los inconvenientes que ha enfrentado la Fiscal se han presentado esta semana por cuenta de la denuncia que presentó Ángel Alirio Moreno, director del Partido de Integración Nacional (PIN), quien pretende que se establezcan las responsabilidades de la fiscal a propósito de una supuesta asesoría que ella habría brindado a paramilitares reunidos en Ralito. Además, también cursa en su contra una denuncia por prevaricato, por no investigar a militares que permitieron irregularidades en la Clínica de Cafam.Viviane MoralesFiscal General de la Nación

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