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  • Colprensa

miércoles, 6 de agosto de 2014

Hay razones de peso que hacen prever que el período Santos II no será fácil, ni en el Congreso ni en el Ejecutivo, menos frente una oposición -de izquierda y de derecha- ávida de cobrarle el mínimo desliz en su gestión.

Expertos consultados por Colprensa coinciden en que son muchas las diferencias que marcarán al Santos I, que en 2010 ganó la Presidencia con la votación más alta de nuestra historia republicana -más de nueve millones de sufragios-, frente al Santos II, que logró la reelección con un millón de votos menos y que por poco la pierde.

Son cuatro los aspectos sustanciales en los que los observadores tienen puesta la mira para el nuevo mandato: la relación Gobierno-Congreso, la integración de la Unidad Nacional, el gabinete ministerial y la oposición.

Congreso: mesa de tres patas
Juan Manuel Charry, constitucionalista y politólogo, prevé que en el segundo mandato de Santos la relación del Ejecutivo con el Congreso va a tener una sola diferencia: el Centro Democrático.

“Santos I se organizó bajo el criterio de una mesa de Unidad Nacional para respaldar la agenda legislativa del Gobierno. Con Santos II va a pasar lo mismo, pero con una variable: la ruptura con el uribismo, una fuerza electoral que antes era aliada y ahora es de oposición”, dice el catedrático.

Charry sostiene que la relación con el Congreso “será como una mesa de tres patas: inestable”, pues si bien en campaña el Presidente consiguió el respaldo de una parte del Polo, de los Verdes y de la UP, “ese apoyo será únicamente para los temas de paz”. Agrega que la relación con el Congreso “será dinámica, no estática, y dependerá de la gestión del Ejecutivo y de la participación burocrática de los partidos de la Unidad Nacional”.

Charry añade que a ese panorama hay que sumarle el peso de la oposición, en cabeza del expresidente Álvaro Uribe: “El período Santos II va a ser más difícil que el primero, porque antes tenía mayor respaldo legislativo, muy poca oposición política y mucha gasolina democrática. Santos II no la tiene tan fácil, a pesar de que estemos en un régimen presidencialista”.

En conclusión, el analista vaticina que “la gobernabilidad no está garantizada del todo”, con excepción de los temas de paz. “La paz no fue una bandera de campaña en 2010, como sí lo fue para la reelección, y eso cambiará la agenda legislativa”.

¿Unidad Nacional?
El analista Rafael Nieto Loaiza considera que el presidente Santos “quedó en deuda con el país” en su primer mandato, porque a pesar de tener de su lado a las mayorías representadas en los partidos de la Unidad, no logró sacar las grandes reformas que se propuso.

“Nunca en la historia de Colombia un Presidente había tenido tanto respaldo de la clase política como Juan Manuel Santos en su primer Gobierno. Infortunadamente solo sacó la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, pero dejó naufragar las otras grandes reformas: salud, pensiones, educación y justicia”, señala Nieto.

El ex viceministro prevé que, como agravante, para el periodo Santos II “las mayorías en el Congreso son bastante precarias, pues no tendrá toda la bancada conservadora de su lado, tampoco el apoyo del uribismo y el respaldo de la izquierda será apenas para los temas de paz. La Unidad Nacional dependerá de la mermelada, lo que hace prever que Santos será bastante sensible a las exigencias de los congresistas”.

A ello le agrega que Santos tendrá a la Unidad Nacional de su lado apenas dos o tres años: “Cuando arranque la campaña presidencial para 2018, tendrá el sol a sus espaldas. Es decir, lo que no consiga de entrada, ya no lo conseguirá”, dice Nieto.

Gabinete: ¿técnico ó político?
El periodista, escritor y exministro de Estado Mauricio Vargas Linares dice que a Santos II le está pasando lo que a las aerolíneas que venden más tiquetes de los cupos que tiene el avión: tienen que empezar a bajar la gente.

El Presidente “sobrevendió cupos del gabinete a liberales, a conservadores, a La U, a Germán Vargas, etc., y ahora no hay cupo para tanta gente. Para cumplir los compromisos que adquirió por cuenta de la reelección, tiene que quedarles mal a todos, para no quedarle bien a uno solo”

Vargas Linares se refiere a que ya le quitó un ministerio al Partido Conservador (Agricultura), que a su vicepresidente Germán Vargas ya no le podrá dar tres carteras, sino dos, que los otros partidos tendrán que esperar al primer remezón para darles ‘oxígeno’, y a otros “les dará caramelo” con institutos descentralizados y embajadas.

Según el experto, estas afugias no las vivió Santos I, porque amplió el abanico al revivir dos Ministerio (Trabajo y Justicia) pero además porque “no tuvo que hacer compromisos tan estrictos como ahora para asegurar la reelección”.

Por otra parte, Vargas señala que con excepción del Ministerio de Vivienda, en el primer mandato de Santos “todas las carteras fallaron en la ejecución”, por tanto para el período Santos II tendrá que integrar un gabinete más técnico, con mayor capacidad ejecutoria, pero dice que ahí está la paradoja, pues “a este gabinete, Santos II está obligado a darle un perfil más político, por los compromisos que adquirió”.

¿Oposición real?
Otro aspecto que marcará diferencia entre los dos períodos presidenciales es la oposición. Santos I prácticamente no la tuvo, salvo en el Polo Democrático. Pero ahora el Gobierno se enfrenta a dos tipos de oposición: la de izquierda, en cabeza del Polo, y la de derecha que dirige el expresidente Uribe.

“La conducta de Santos I frente a la oposición fue ilegítima, porque no faltaron las acciones de señalamiento y de persecución, e inconstitucional, porque desde 1991 ningún Gobierno ha querido promover el Estatuto de Oposición. Y Santos II tendrá una oposición ficticia del Centro Democrático, que no es una oposición real porque todos están de acuerdo en el modelo económico y en el mantenimiento del status quo”, explica el analista Aurelio Suárez.

Para este experto, mientras “la oposición real, la del Polo Democrático, no se transa con gabelas, ni mermelada ni burocracia”, la oposición del Centro Democrático será “de mentiras”.

En cualquier caso, Suárez insiste en que so pretexto de la paz, Santos II espera que “la oposición le gire un cheque en blanco; y eso no va a suceder, mucho menos por el lado del Polo Democrático”.

Por lo demás, dice que el segundo mandato de Santos será igual al primero frente a la oposición civil: “Represión y más represión, una conducta que contrasta con su discurso, en el que se autoproclama como progresista”.

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