miércoles, 27 de septiembre de 2017
El expresidente de la Corte Suprema de Justicia está en la cárcel al sur de Bogotá desde el pasado lunes.
En pocos casos la expresión “una imagen vale más que mil palabras” ha sido más pertinente que con la fotografía que reseña la primera noche del expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Francisco Ricaurte, en la cárcel La Picota.
El retrato del exmagistrado recluido por el Escándalo de la Toga es histórica, y según los expertos, sienta un precedente a pesar de que termine saliendo al cabo de unos días.
La medida de aseguramiento sobre el abogado fue emitida por la Juez 40 de Control de Garantías desde el pasado viernes 22 de septiembre, y por ello fue enviado al centro de reclusión ubicado al sur de Bogotá. Primero estuvo en las salas de detenidos del búnker de la Fiscalía, pero después pasó a disposición del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) y finalmente llegó el pasado lunes pasadas las 6:00 p.m. a la cárcel.
Cabe recordar que Ricaurte llegó al patio ERE Sur de La Picota después de que el ente acusador le imputara los cargos de concierto para delinquir agravado, cohecho, tráfico de influencias y uso abusivo de información privilegiada.
Según Colprensa, la jueza que tomó la decisión sobre el exmagistrado se basó en que hay elementos “que permiten inferir la posible comisión de delitos por parte de Ricaurte, teniendo en cuenta las declaraciones que reposan hasta el momento en el expediente, esto en referencia a las declaraciones de Luis Gustavo Moreno sobre la petición de dinero al senador Musa Besaile y Álvaro Ashton, entre otros”.
Otra de las aristas de este caso, en la que la mayoría de salpicados ha hablado ante los jueces, se dio cuando el exsenador Ashton rindió versión libre ante la Corte Suprema y aseguró que nunca actuó contra la ley y que solo pagó los honorarios de sus abogados y que no entregó ninguna coima por su proceso de parapolítica, del cual lo acusa la Fiscalía.
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