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  • Carlos Eduardo González

miércoles, 19 de abril de 2017

¿Cómo surgió la idea de esta  práctica?
Desde hace dos años veníamos hablando del tema, identificando el número de empresas familiares que hay en el país. En la firma, que trabaja con empresas muy grandes, se dieron cuenta de la necesidad de enfocarse en este otro segmento. 

¿Cuántas empresas familiares hay en el país?
Según cifras de la Superintendencia de Sociedades, cerca de 68% de las compañías en el país son de este tipo. Además, se descubrió que la tercera causa de fracaso y liquidación de las empresas familiares tiene que ver con problemas emocionales y uno se puede preguntar ¿cómo es que pasa eso? El problema es que los seres humanos tenemos un gran componente emocional y, desde allí, nosotros hacemos el abordaje.

¿Cómo se compone el equipo de esta práctica?
La firma es de abogados, yo soy abogada, pero nos apoyamos en un equipo en el que están administradores de empresas y psicólogos. Cabe aclarar que aunque todo el marco es jurídico, los acuerdos también para que puedan ser exigibles. La consultoría está muy apoyada en estas otras ramas.

¿Cómo es ese trabajo?
Lo que nosotros hacemos es dos tipos de acuerdos, que lo que buscan es la profesionalización de la empresa familiar. Por un lado, tenemos el protocolo de familia, en el que una fa milia se sienta a hablar un tema que nosotros les damos de base y, así, llegan a establecer reglas y acuerdos sobre decisiones como la inclusión de un hijo en la compañía, capitulaciones antes de un matrimonio, qué hacer cuando hay más utilidades  de las esperadas, entre otras cosas. El otro proceso que hacemos se llama gobierno corporativo, que es muy sencillo. Es entender cómo se gobierna una corporación. Ahí trabajamos tres frentes: Asamblea General de Accionistas, Junta Directiva y con el gerente.

¿Hay resistencia para contratar estos servicios?
Es muy importante que la familia quiera, de lo contrario, se va a generar una resistencia y el proceso no se hace. Lo que buscamos es que las empresas sean prósperas y se mantengan en las generaciones, y eso es muy importante en este tipo de compañías, porque entre otras cosas, a diferencia de una firma comercial, está como referencia el apellido, que no se quiere dejar mal.

¿Cómo manejan la situación?
Todo esto es un proceso negociado, un trato. El éxito del proceso es que la gente se sienta muy involucrada, por eso empezamos con entrevistas con cada una de las personas que van a participar.

¿A cuántos clientes esperan llegar este año?
La idea no es abarcar un montón, pero creo que podríamos estar alrededor de 12 procesos, de cualquier tamaño, porque para todas las empresas es bueno este tipo de procesos. 

Antecedentes

Además de trabajar con empresas ya consolidadas, Alejandra Moreno resaltó que también esperan atender a compañías que estén comenzando, ya que “cuando se hacen acuerdos previos, las organizaciones tienen menos problemas”. Por otra parte, Moreno afirmó que el tiempo promedio que toma este tipo de consultorías puede estar entre seis a ocho meses, dependiendo de cada caso y, después de ese tiempo, se sigue haciendo un proceso de seguimiento con la empresa.

La opinión

Guillermo Cáez
Socio de Cáez, Gómez & Alcalde
“Este tema de las empresas familiares se ha vuelto de tal importancia en Colombia, que el mismo Estado entró a regular y a generar un espacio para que los protocolos de familia se definieran”.

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